La decisión avala la misión de paz que permanecerá en la zona los próximos cinco años y posiblemente más allá de 2025.
El alto el fuego contempla el despliegue de 1.960 pacificadores en la línea de separación de las tropas armenias y azerbaiyanas.
Valentina Matvienko que preside la Cámara alta rusa, subrayó que la misión de paz frenó el derramamiento de sangre en Nagorno Karabaj.
"Hoy vemos que las fuerzas pacificadoras de Rusia jugaron un papel crucial para detener el baño de sangre y trajeron la paz a esta sufrida tierra", dijo Matvienko.
La presidenta del Senado destacó que el contingente de paz también cumple funciones humanitarias y facilita el retorno de los refugiados.
Desde el Kremlin comentaron que la autorización para el despliegue de los pacificadores en el exterior se tramitó dada la envergadura de la misión y el tiempo que durará.
El funcionario insistió en que el documento de 2015 faculta al mandatario a adoptar decisiones operativas de ese tipo.
Nagorno Karabaj, de población mayoritariamente armenia, es foco de conflicto desde que decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.