La segunda ola de la pandemia asalta España. Las cifras de contagios y fallecidos vuelven a ser preocupantes. La presión hospitalaria es elevada y las camas de UCI comienzan a llenarse de pacientes con COVID-19. Situación que semanas atrás obligó al Gobierno a decretar el estado de alarma. Para domar la pujante curva, la mayoría de comunidades autónomas optaron por medidas como el toque de queda o el cierre perimetral. Todas excepto una.
El turismo es la base de la economía canaria. Esta actividad económica supone el 35% del Producto Interior Bruto autonómico. Así, la llegada de turistas es indispensable, por lo que el ejecutivo del archipiélago se afana por encontrar atractivos para que aterricen en las islas. Para que disfruten de sus playas y su buen clima. De su naturaleza y monumentos. O, simplemente, para que trabajen desde el archipiélago.
Y es que el Gobierno de Canarias ha invertido más de medio millón de euros en captar trabajadores remotos nacionales e internacionales a medio plazo. Busca 30.000 profesionales que se instalen en el territorio canario para teletrabajar. Lo hace a través de un plan de acción de nueve meses que ya ha dado comienzo. Una campaña que da a conocer las ventajas que tiene trabajar desde las islas en los tiempos del coronavirus.
"Desde Turismo de Canarias no hemos parado de buscar ventanas de oportunidad a pesar de la crisis sanitaria. Hemos analizado a los viajeros que se enmarcan en la definición de 'remote workers' que tienen un perfil interesante por su alto poder adquisitivo y poca dependencia a situaciones complejas derivadas de la pandemia, como cuarentenas o cambios en la conectividad aérea", comenta la consejera de Turismo, Yaiza Castilla.
Teletrabajar en Canarias
Lindsey Larson nació en California. Sin embargo, vive y trabaja en Asturias. Durante la primera ola de la pandemia, no dudó en volver con su familia. Esto no significa que tuviese que dejar su empleo de organizadora de eventos. El teletrabajo permitió a esta joven estadounidense regresar a su tierra natal sin abandonar sus obligaciones laborales. "Tengo todo mi trabajo en el ordenador", comenta.
Esta entidad tiene el objetivo de mostrar las ventajas socioeconómicas que genera el teletrabajo bien implementado y de formar a los que lo llevan a cabo. Además, Repeople apuesta por convertir a Canarias en un paraíso para todos los profesionales que trabajan a distancia. "El archipiélago tiene buen tiempo, la posibilidad de realizar muchas actividades al aire libre, buenas conexiones aéreas y un índice elevado de seguridad. Además, el coste de vida es más bajo que en una gran ciudad. El alquiler medio en Madrid y Barcelona ronda los 1400 euros. En Canarias, por la mitad puedes acceder a un piso de dos habitaciones", argumenta Larson.
Para ello, cuentan con una oficina de coworking en el corazón de la capital grancanaria. Allí hay salas de conferencias o Internet de alta velocidad, disponibles las 24 horas, los siete días de la semana. Este espacio es uno de los 90 similares que existen en la comunidad autónoma para todos aquellos profesionales independientes que deciden acercarse a las islas. Y no solo espacio para trabajar. Repeople ofrece también alojamiento. "Tenemos tres residencias para trabajadores remotos. Y lanzaremos otro más en Maspalomas. Nuestra idea es convertir hoteles y apartamentos en residencias de coliving. Es una manera de fomentar la comunidad y hacer más fácil que la gente se adapte a una ciudad", explica la organizadora de eventos.
Según Eurostat, en 2019, el 5,4% de la población activa de Europa teletrabajaba. Una cifra que ha crecido a raíz de la pandemia. Empresas como Google, Facebook, Microsoft o Salesforce optaron por el trabajo remoto desde el inicio de la crisis sanitaria y pretenden implantarlo de manera definitiva en algunos ámbitos. Según Repeople, el sueldo medio anual de estas cuatro corporaciones es de 114.000 euros y tienen una capacidad de gasto anual de 42.408 millones de euros, un 90% del PIB canario. Y es que una de las principales características de este tipo de empleados es su elevado sueldo. Ese es el target al que espera atraer Canarias.
"Por lo general, tiene un alto poder adquisitivo, por lo que pueden invertir este dinero en la economía canaria. Suele quedarse entre uno o dos meses en el lugar, pero puede ser más tiempo. Es un nuevo perfil de viajero", sentencia Larson.
El trabajo remoto ha venido para quedarse y Canarias pretende posicionarse como epicentro de esta nueva modalidad laboral. Tanto para aminorar los golpes sobre su maltrecha industria turística, como para convertirse en un lugar de emprendimiento e innovación a nivel mundial. "Todos competimos por el talento. Hay mucho talento en Canarias, pero también fuera. La combinación puede dar respuesta a retos de la civilización como el cambio climático o la descarbonización de la economía. Esta fusión se expresa en el trabajo remoto. Poder participar en proyectos en todo el mundo a la vez. Y Canarias, como hub atlántico, es el lugar idóneo", puntualiza José Juan Lorenzo, director gerente de Promotur Islas Canarias.
"Siempre fuimos un refugio. Ahora más", admite. Las islas lo eran para todos los turistas que huían del frío invierno. Ahora quieren serlo de todos los teletrabajadores que buscan sol y unos números relativamente controlados de la pandemia. A su vez, ellos pueden ser un refugio también para Canarias.