"Hasta este momento no hice ningún análisis profundo, los partidos de centro tradicionales fueron los grandes vencedores; de momento es eso", dijo el vicepresidente en declaraciones a la prensa, según recoge el diario Folha de Sao Paulo.
Mourao negó que los comicios representaran un freno a la ola conservadora que marcó las elecciones presidenciales de 2018: "Son los partidos de centro [los victorioso], la gran mayoría de ellos son conservadores", afirmó.
Partidos del centro-derecha tradicional, como Demócratas, conquistaron las alcaldías de ciudades importantes, como Florianópolis (sur), Curitiba (sur) o Salvador (sureste), y es probable que gane Río de Janeiro (sureste) en el segundo turno del 29 de noviembre.
El número dos del Gobierno brasileño restó importancia a estos resultados diciendo que Bolsonaro apenas se implicó en la campaña electoral y que al no estar afiliado a ningún partido en estos momentos es más difícil movilizar a los votantes.
Antes de las elecciones, Bolsonaro pidió el voto para 45 candidatos a concejales (33 no fueron elegidos) y para 13 candidatos a alcaldes, pero tan sólo dos fueron elegidos, en ciudades de interior: Parnaíba (Piauí, noreste) e Ipatinga (Minas Gerais, sureste).