En una entrevista exclusiva con Sputnik, el ex primer ministro de Eslovaquia y fundador y presidente del partido SMER, Robert Fico, expresó su preocupación por la distorsión de la historia de la Segunda Guerra Mundial y comparó el acuerdo de Munich con el pacto Ribbentrop-Mólotov.
En 1938, Checoslovaquia era el único país democrático de Europa Central y Oriental con un enorme potencial económico y militar, destaca el político. Sin embargo, Francia y el Reino Unido lo sacrificaron en nombre de sus intereses.
"No puedo estar de acuerdo con que Hitler supuestamente engañó a estos países. Después de todo, fueron los políticos y diplomáticos británicos y franceses quienes, incluso antes del 30 de septiembre de 1938, convencieron a las autoridades checoslovacas de que dieran a Alemania los territorios del norte del país, incluida la línea defensiva moderna", explica Fico.
"Objetivamente, hay que reconocer que el único país que ofreció apoyo hasta el último momento fue la entonces Unión Soviética", recuerda el político.
En el 2019, la Comisión Europea adoptó una resolución que nombró al pacto Ribbentrop-Mólotov como la causa de la Segunda Guerra Mundial y por poco igualó al nazismo y al comunismo.
"Están distorsionando la historia. Y estamos cometiendo un gran error al dejar que suceda. Recientemente, he visto más y más documentales en la televisión que intentan atraer simpatía hacia los soldados de la Alemania nazi. Qué frío sentían, cómo sufrían, qué enemigo mortal encontraron en la Unión Soviética. Es incomprensible, y nadie quiere responder a la pregunta de por qué invadieron el territorio soberano de la Unión Soviética en 1941, por qué mataron a civiles y destruyeron el país", expresa con indignación Fico.
"Hoy en día está de moda retratar a Rusia como un enemigo mortal. No estoy de acuerdo con eso, simplemente porque la libertad llegó a Eslovaquia desde el este a costa de enormes sacrificios, no desde Occidente. Europa necesita a Rusia, y Rusia necesita a Europa. Y es en este espíritu que debemos tratarnos unos a otros", asegura.
En la opinión del presidente ruso, Vladímir Putin, el punto de inflexión en la historia en vísperas de la Segunda Guerra Mundial no fue el pacto Ribbentrop-Mólotov sino el acuerdo de Munich.
"Para mí, la traición de Munich es un ejemplo de una violación atroz del derecho internacional y de los tratados bilaterales firmados, y sus consecuencias y repercusiones en la Segunda Guerra Mundial fueron decisivas y no son comparables a las de otros acuerdos", afirma Fico.
Lo único que tiene Eslovaquia es la convicción de que es importante insistir en el respeto y la adhesión a los principios del derecho internacional y no tener miedo de expresarse de manera soberana, concluye, ya que si se produjera una crisis, los intereses nacionales y estatales de Eslovaquia estarían muy por debajo de la lista de prioridades de los países occidentales.