Los niños, los grandes afectados por la crisis del COVID-19, ante un nuevo golpe de cara a la Navidad
Según Cantero, el confinamiento, cuando "sólo se ha podido vender juguetes online", ha perjudicado gravemente a los niños, que son los principales beneficiados de que haya tiendas físicas de juguetes, así como, obviamente, a los comerciantes del sector "que no han podido abrir sus tiendas".
"Pero al final el gran perjudicado es el niño que no ha podido salir de casa, ni se ha podido acercar a la tienda de juguetes para poder elegir el juguete más adecuado y pasar el confinamiento entretenido, aprendiendo cosas nuevas, y compartiendo con su familia los juegos y actividades que los juguetes nos permiten", apuntó, al subrayar que incluso las mascotas "han tenido más derechos" que los niños, ya que sí "podían salir a pasear".
Para Cantero, "el juguete no es un bien que se compra a la ligera o, por lo menos, no se debería ser así".
Insistió en que, para elegir el juguete "más óptimo", tanto los niños como los adultos que les acompañan tienen que tener la posibilidad de "poder verlos y tocarlos".
"Aunque el niño sea el que elija, quien compra el juguete es la mamá, el papá, el abuelo, un familiar, y tienen que controlar también que sea adecuado para su hijo. Es muy importante que los mayores podamos supervisar físicamente, viendo, comparando, pidiendo la opinión del profesional", enfatizó.
Cantero subrayó que el sector necesita una atención especial del Gobierno, no tanto por la "cantidad de empleos que aporta", sino que principalmente por el bien de los niños, sobre todo teniendo en cuenta las venideras fiestas navideñas y de Reyes, las cuales podrían verse amargadas si no se mantienen abiertas las jugueterías.
Asimismo, citó el caso de países del entorno de España, entre ellos Alemania, el Reino Unido y Holanda, donde aumentó sensiblemente el consumo al no haberse restringido la comercialización de juguetes.





