El rey emérito de España, Juan Carlos I, niega ser el propietario de la nueva fortuna oculta en la isla de Jersey. El Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac) le atribuye unos fondos de unos cinco millones de euros en este territorio situado en el Canal de La Mancha. Sin embargo, el monarca ha confesado a su entorno más próximo que no es el propietario y que no ha ordenado ningún movimiento de dinero, según ha publicado el diario El Mundo.
Tal y como ha adelantado el periódico, el monarca ha trasladado en varias conversaciones con su círculo más cercano su estupefacción ante la alerta enviada por Antiblanqueo a la Fiscalía Anticorrupción y que ha motivado las terceras diligencias abiertas contra él. Juan Carlos I defiende que no es el responsable de ningún trust (asociación financiera) en Jersey y que no lo ha sido nunca, "ni de forma directa ni indirecta". Tampoco ha dado instrucciones recientes para mover fondos en dicha jurisdicción en dirección a España.
Se descubre una nueva fortuna del rey Juan Carlos en la isla de Jersey https://t.co/CiAkDQm9D3 a través de @YouTube
— andres molina molina (@comino66) November 8, 2020
Su entorno vincula este aviso de Antiblanqueo a la posibilidad de un regreso del monarca a España. Desde hace tres meses, Juan Carlos I está alojado en un hotel de Abu Dabi, en Emiratos Árabes Unidos. Se marchó en agosto de la Zarzuela asediado por las investigaciones abiertas contra él. La salida se produjo, supuestamente, a través de Portugal y con el pseudónimo de Juan Sumer, según ha informado El Español.
El Tribunal Supremo sigue la pista de sus cuentas offshore y un presunto blanqueo de capitales y delito fiscal. El organismo acumula, por tanto, tres procedimientos. El primero versa sobre el desvío de 65 millones de euros procedentes de Arabia Saudí a Corinna Larsen, en 2012. Una operación que tuvo lugar durante su reinado y, por lo tanto, está afectada por la inviolabilidad de la que gozaba entonces Juan Carlos, por lo que el procedimiento está abocado al archivo.
Resumen de la semana:
— VidALeT (@VidALieNs) November 8, 2020
- Froilán de botellón y sin mascarilla.
- Tarjetas opacas de Juan Carlos, Sofía y otros miembros de la Casa Real
- La yegua blanqueadora de Victoria Federica.
- Más cuentas del emérito en Jersey.
Una monarquía ejemplar
La segunda de las diligencias es también muy reciente y encuentra su origen en una nueva alerta del Sepblac, que hasta ahora jamás había lanzado aviso alguno en relación con operaciones vinculadas a la Familia Real. En este caso, se refiere a los gastos realizados por un coronel del Ejército del Aire y ayudante de campo del monarca, Nicolás Murga Mendoza, con fondos del multimillonario mexicano Allen Sanginés-Krause.
Por otra parte, Suiza mantiene abierta una investigación por la tenencia de fondos ocultos en el país helvético. El fiscal de Ginebra Yves Bertossa rastrea unas fundaciones con las que el monarca supuestamente recibió y gestionó la donación recibida por la monarquía saudí de 65 millones de euros y los gastos personales abonados a través de otra entidad, denominada Zagatka y a nombre de su primo Álvaro de Orleans. Junto a él, según se ha publicado, sufragó numerosos desplazamientos en aviones privados.
Con estos procesos, a Juan Carlos I le acecha un retorno complicado. Aparte, siguen aflorando escuchas a la que fue su amiga en los años de la donación. La empresaria alemana Corinna Larsen confiesa en unas grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo (hoy en prisión) que a Juan Carlos I lo medicaron con hormonas femeninas "para quitarle la fuerza".
"Le han quitado todo, ni podía estar con una mujer ni nada [...] Y claro, se ha puesto en una depresión horrible, y después, pues mejor, mejor manipular la persona", narraba, según el periódico elDiario.es.
Incidía Larsen en esa medicación (probada, esgrimía, por un doctor francés) y en la inoculación excesiva de somníferos desde que fue operado de un tumor en 2011. No atribuye a nadie en concreto esas prácticas, aunque en varias ocasiones se refiere a que era el entorno de Juan Carlos I el que lo quería tener controlado, señalan en elDiario.es. Dentro de ese círculo, que sí acota, alude a la familia Fanjul, unos empresarios cubanos de ascendencia española con muy buena relación con el monarca, y a Félix Sanz Roldán, exdirector del CNI, a quien sitúa constantemente detrás de las acciones para que Juan Carlos y ella rompieran su relación en un momento en el que el rey emérito habría comunicado a algunos de sus íntimos su intención de separarse para emprender una nueva vida con su amante tras la abdicación.