Telma López era una niña de pueblo rural cuando vino a la capital a los 12 años y recuerda un solo viaje en tren, de poco menos de 30 kilómetros que separan a Managua de la sureña y folclórica ciudad de Masaya,
"Para mí fue un acontecimiento viajar junto a los canastos repletos de mercancías y todo lo que implicaba aquel jolgorio popular", compartió con Sputnik la actual catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua)
López estudia el tema del ferrocarril nicaragüense desde una perspectiva histórica, pero con un enfoque cultural, "una reconstrucción de la memoria afectiva".
En su tesis de doctorado ("El ferrocarril en Nicaragua y la definición de las regiones históricas"), ahora con una perspectiva más económica, pero a la vez histórica, la investigadora se acerca a procesos de migraciones internas y la creación de nuevos poblados (Puerto Momotombo) o la ampliación de otros.
"El ferrocarril nunca se ha ido de Nicaragua, existen añoranzas por los paisajes, la memoria de sus recorridos, quedan estaciones, eso pervive en la memoria colectiva del nicaragüense", considera la profesora López.
La investigadora destacó el significado de aquellos espacios de convivencia, de intercambio, de relaciones, hasta de amores, en torno a los cuales vibraba el ferrocarril.
"Existen testimonios escritos desde diferentes perspectivas que relatan cómo la gente hacía los recorridos y las inspiraciones que le provocaban. El científico Jaime Incer Barquero por ejemplo describe recorridos y paisajes, con descripciones de la flora y la fauna y nuestro gran poeta Rubén Darío dejó algunas referencias de sus viajes sobre rieles, aunque no le dedicara un poema", lamenta López.
Resultó además un impacto para los localismos que existían en tiempos de traslados a lomo de mulas y en carretas, los cuales implicaban semanas y en ocasiones meses.
"La gente recuerda desde el pito de la locomotora, era todo un acontecimiento desde que el tren arrancaba de la estación, donde había toda una dinámica de socialización, el comercio al por menor de las vivanderas, (…) había locomotoras y locomotoras, unas trasladaban al pueblo común y otras a las llamadas clases altas, pero en esas locomotoras donde viajaba el comercio y el pueblo se fomentaba una convivencia muy interesante".
Rieles amargos
Para muchos nicaragüenses quedó como un trago amargo la venta en 1995 de los rieles del ferrocarril nacional, como parte del proceso de su liquidación por el gobierno de entonces que borró 117 años de historia ferrocarrilera.
Lamenta que en sus clases en ocasiones les hable a los jóvenes del tema que le apasiona y tal parece que lo hiciera de algo intangible.
"Hoy por hoy definitivamente cuando la gente escucha la noticia de la posibilidad de que el ferrocarril regrese, a pesar de la competencia del moderno transporte automotor, lo recuerdan y quisieran verlo de nuevo", apunta López al final del diálogo.
BCEI: un proyecto a largo plazo
"A través de nuestro director en Nicaragua hicimos una consulta del tren, sobre el primer tramo del tren que iría de Managua a Granada (..) le ofrecimos la asistencia al gobierno de Nicaragua si quería que estudiáramos la factibilidad de ese proyecto y ahora ya lo tenemos en la lista de los proyectos que serán objeto de un estudio de factibilidad", indicó Dante Mossi, presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCEI) en reciente rueda de prensa con comunicadores nicaragüenses.
"Es un modo de transporte en el que lastimosamente se dejó de invertir hace más de 100 años en toda la región, con algunas excepciones como Costa Rica que conservaban aún alguna parte (del trazado), añadió el ejecutivo bancario.
Aseguró que el BCIE cuenta con los fondos para financiar el estudio de factibilidad, proyecto a nivel de Estado que por su envergadura toma dos o tres años y luego licitarlo tomaría otro tiempo similar.