Las células nerviosas ayudan a enviar mensajes entre el cerebro y el sistema nervioso, y cuando perecen por culpa de esta enfermedad, el paciente empieza a sufrir síntomas como la lentitud de sus movimientos, la rigidez de los músculos y temblores.
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson tienden a desarrollarse gradualmente, y solo aparecen como leves al principio. Si no es tratada, la sudoración tiende a empeorar significativamente.
También es más probable que afecte a la parte superior del cuerpo, advierte la Asociación Americana de la Enfermedad de Parkinson, que también aconseja que si uno se siente inusualmente sudoroso sin ninguna explicación obvia, debería considerar la posibilidad de hablar con un médico sobre el Parkinson.
"No todas las personas con enfermedad de Parkinson tienen temblores, y los temblores no son prueba de Parkinson", destaca la asociación.
También cabe señalar que el hecho de que empieces a sudar en exceso no significa necesariamente que tengas la enfermedad de Parkinson. Este síntoma, también conocido como hiperhidrosis, es una condición muy común. Puede afectar a todo el cuerpo o solo a ciertas áreas, mientras que la mayoría de las veces, la sudoración excesiva mejora con el tiempo.
Uno de los principales signos tempranos de la condición neurodegenerativa también pueden ser los cambios inexplicables en la forma de caminar. Por ejemplo, una persona puede arrastrar una de sus piernas mientras camina, según la Asociación Europea de la Enfermedad de Parkinson.
En algunos casos, los cambios en la forma de caminar pueden ser los primeros signos de la enfermedad.