En la grabación, filmada por una cámara instalada dentro del auto afectado, se puede observar cómo el conductor de una mezcladora de cemento pasa por alto el límite máximo permitido instalado en un área de trabajos en reparación.
Como resultado, el vehículo tocó la estructura a una velocidad de aproximadamente 50 km/h y continuó su marcha. La viga, a su vez, se derrumbó encima de un Hyundai Sonata que estaba detrás de la mezcladora.
El accidente no causó ni muertos ni heridos, gracias a la rápida reacción del conductor del Hyundai, que viajaba junto con sus padres y su hijo.
Alrededor de un centenar de empleados trabajaron en el lugar para reparar los daños causados por el accidente, que bloqueó la carretera durante varias horas.