El fabricante de medicamentos asegura que el régimen de dos dosis de inyección es efectivo para prevenir el COVID-19 en más del 90 % de los casos, según los resultados de la investigación.
Sin embargo, a pesar de las buenas noticias, hay algunas advertencias y preguntas sin respuesta para la compañía estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech.
Además, la empresa farmacéutica aún no ha proporcionado ningún detalle sobre el perfil de seguridad, como la frecuencia y la gravedad de los efectos secundarios.
Aún queda mucho por aprender sobre la vacuna de Pfizer y BioNTech, ya que no se sabe si esta previene la infección, aumentando la posibilidad de portadores asintomáticos, alertó William Haseltine, un experto en enfermedades infecciosas, en una entrevista a Business Insider.
"Hay muchas, muchas preguntas pendientes que quedan sin respuesta", afirma el especialista en biotecnología.
La mayoría de las cuestiones surgen debido a las limitaciones del estudio que fue realizado para ver si había menos casos sintomáticos del COVID-19 en los voluntarios que recibieron la vacuna en lugar del placebo.
El ensayo de Pfizer, así como los de otros principales desarrolladores de la vacuna contra el coronavirus, no toman en consideración los casos asintomáticos, lo que puede significar que las personas vacunadas aún podrían convertirse en portadores asintomáticos y, sin saberlo, propagar el virus a los demás, destaca Business Insider.
Haseltine también planteó la cuestión de si la vacuna reduce la enfermedad grave y afecta el número de hospitalizaciones y muertes. O sea, el estudio está limitado por su objetivo principal, no diferencia a los pacientes con COVID-19 levemente enfermos, con fiebre leve y tos que permanece durante varios días, y los que están críticamente enfermos.
Mientras tanto, varios voluntarios ya han probado la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech y han compartido sus percepciones con el tabloide británico Mirror.
Las personas, que se han convertido por un tiempo en conejillos de indias, afirman que los efectos secundarios no son peores que una mala resaca y que son comparables a los de una vacuna contra la gripe. Al mismo tiempo, los voluntarios describieron su orgullo por ser parte de este experimento.
Entre estos altruistas estaba Carrie, de 45 años, del estado de Missouri, EEUU, quien contó que sufría fiebre, dolor de cabeza y cuerpo. La mujer explicó que los efectos secundarios después de la primera inyección de la vacuna fueron como los de una gripe, y más graves después de la segunda. "No quiero que nadie más esté enfermo'', enfatizó.
"La idea de que podríamos hacer algo para evitar que la gente sufra esto, pierda a miembros de la familia, que podríamos deshacernos de esto y volver a algún tipo de normalidad en nuestras vidas, ese es un factor impulsor para mí", confesó la mujer.
Glenn Deshields, de 44 años y originario de Texas, detalló que su propia reacción inmune a la inyección lo hizo confiar en la vacuna, pero estaba "muy emocionado" por las noticias sobre la efectividad de la vacuna Pfizer/BioNTech en más del 90 % de los casos para prevenir el coronavirus. El hombre comparó la situación actual provocada por el COVID-19 con la Primera Guerra Mundial.
"En mi mente me sentí de la misma manera... Sentí que era algo así. Gracias a Dios, va a terminar en algún momento", afirmó el voluntario.
El hombre cree que le dieron el placebo, ya que no sintió respuesta inmune y, después de haber recibido la segunda inyección, cayó enfermo con COVID-19 poco después de que su hija se enfermara en octubre. Al final, toda su familia padeció el coronavirus, pero todos se han recuperado.
Según el medio británico, el profesor John Bell, de la Universidad de Oxford y del Grupo de Trabajo de Vacunas del Reino Unido, afirma que está "70 u 80%" seguro de que una vacuna ayudará al Reino Unido a volver a la normalidad antes de la Pascua.
Sin embargo, muchas personas, incluso las autoridades, aún no están 100 % seguras respecto a la vacuna Pfizer/BioNTech, agregó el docente.
El Secretario de Salud de Reino Unido, Matt Hancock, comentó a la cadena Sky News que cada persona necesitará dos dosis para que la vacuna funcione de manera efectiva, y el gigante farmacéutico Pfizer, que está desarrollándola, espera que sea una vacunación anual o estacional, ya que la inmunidad podría disminuir con el tiempo.
Si bien los resultados de la vacuna son preliminares, pueden allanar el camino para las empresas que buscan la autorización de su uso de emergencia si más investigaciones muestran que es segura.
Mientras tanto, la vacuna rusa contra el COVID-19, Sputnik V, ha mostrado una eficacia del 92% según el primer análisis de datos de los ensayos de la fase 3 del estudio, que cuenta con más de 40.000 voluntarios en Rusia. Múltiples países ya expresaron sus planes de adquirir millones de dosis, incluidos México, Venezuela, Argentina, Brasil y la India.