El presidente de Rusia, Vladímir Putin anunció este 10 de noviembre que él, su homólogo de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, firmaron "una declaración sobre el cese total del fuego y de las operaciones de combate en la zona de conflicto en Nagorno Karabaj".
El mandatario informó que Azerbaiyán y Armenia seguirán en las posiciones ocupadas, mientras que, a lo largo de la línea de separación y del corredor que une Nagorno Karabaj con Armenia, se emplazará un contingente ruso de mantenimiento de la paz. Las partes del conflicto deberán efectuar el canje de prisioneros.
"Armenia perdió el control sobre la ciudad de Shusha, que de hecho es un suburbio de Stepanakert. Azerbaiyán a su vez no se hizo tan fuerte en esa ciudad para que pueda celebrar una victoria convincente. Además, las partes sintieron un total agotamiento técnico, moral y físico", dijo el politólogo y afirmó que en tal situación ninguna de las partes era capaz de seguir librando combates.
Segun Súzdaltsev, la introducción de un contingente de paz es conveniente para todo el mundo, sobre todo para la parte armenia, puesto que el mantenimiento del control sobre Stepanakert es asunto de importancia vital para Ereván, porque de eso depende también el futuro político del actual primer ministro, Nikol Pashinián.
Al mismo tiempo el politólogo valoró en 50% la probabilidad de que este armisticio pueda adquirir un carácter estable y lo vinculó con la actividad de Ankara.
"Turquía, al seguir actuando del lado de Azerbaiyán, está estimulando esa guerra. Si sigue tramando intrigas en la región, las demás partes se verán en un apuro muy serio", subrayó.
Al comentar el probable desarrollo de la situación política en Armenia tras la pérdida de control sobre una parte de Nagorno Karabaj, el experto pronosticó el surgimiento de una nueva crisis política, pero no tan grave para que Pashinián decida dimitir.
El también politólogo Stanislav Pritchin es de otro parecer: a su juicio Pashinián abandonará el puesto de primer ministro.
Al señalar que dentro de Armenia existe rechazo a los resultados de las negociaciones entre Aliyev, Pashinián y Putin, el analista dijo que la falta de la estabilidad política en en el país entraña riesgos para toda la región.
Pashinián reconoció que le costó mucho aceptar el nuevo acuerdo del cese del fuego. Aliyev a su vez calificó la firma de este documento como una capitulación de Armenia y dijo que —concluida la etapa militar— ahora se puede pasar a debatir las cuestiones políticas, recordó Pritchin.