Este ataque ha sido posible gracias a la falta de atención de un impala, que se colocó debajo de un árbrol donde dormía el felino. Al leopardo le tomó tan solo unos segundos premeditar su ataque aéreo y, cuando vio que podía hacerlo, se lanzó desde los aires y capturó a su presa.
La manada de impalas se alborotó y echó a correr, pero una de ellas no logró escapar. Entonces el leopardo la arrastró hasta otro árbol para darse un festín.
El impactante momento fue grabado por un grupo de turistas que paseaba por el parque nacional Kruger, en Sudáfrica.