Las iniciativas chinas forman parte de un "tranquilo pero firme impulso" del gigante asiático de extender su presencia en el Caribe, señala el medio estadounidense.
Según el artículo, los mercados del Caribe son generalmente pequeños y la mayoría de las naciones carecen de las considerables reservas de minerales y otras materias primas.
"Pero la región tiene una importancia estratégica como centro de logística, banca y comercio, según los analistas, y podría tener un gran valor de seguridad en un conflicto militar debido a su proximidad a los Estados Unidos", dice la publicación.
Interés del Caribe
El creciente interés de China ha llegado como una ayuda muy necesaria para las naciones caribeñas que tienen serias necesidades de infraestructura.
Las empresas chinas han invertido en puertos y logística marítima, en empresas mineras y petroleras, en las industrias de azúcar y de madera, en centros turísticos y en proyectos tecnológicos.
Mientras tanto, Jamaica ha recibido más préstamos del Gobierno chino que cualquier otra nación insular del Caribe. En los últimos 15 años, Pekín ha prestado a Jamaica unos 2.100 millones de dólares para la construcción de carreteras, puentes y viviendas.
Los funcionarios jamaicanos afirman que los préstamos chinos pendientes no suponen una carga extraordinaria para el país: representan solo alrededor del 4% de la cartera total de préstamos de Jamaica.
Más allá de la economía
China también ha ampliado su influencia en el Caribe a través de la cooperación en la seguridad, incluida la donación de equipos a las fuerzas militares y policiales.
Otro aspecto de la presencia china en la región son los programas culturales y la ampliación de la red de Institutos Confucio. Estos institutos ofrecen enseñanza de idiomas y programas culturales, pero según observa el diario, han sido acusados de "difundir propaganda del Gobierno chino".
La cuestión de Taiwán
Un motivo crucial para la estrategia caribeña de China es ganarse al resto de las naciones que reconocen oficialmente a Taiwán, la mayoría de las cuales están en el Caribe y América Latina, cita el medio a Richard L. Bernal, profesor de la Universidad de las Indias Occidentales en Jamaica y exembajador de Jamaica en Estados Unidos.
China considera que Taiwán es parte de su territorio y desde hace mucho tiempo ha tratado de reducir el número de países que lo reconocen.
"El objetivo de China es eliminar gradualmente el reconocimiento de Taiwán", dijo el Sr. Bernal.
¿Desafío para EEUU?
Aunque China ha aumentado su presencia en la región, el país ha evitado desafiar directamente a Estados Unidos, aseguran los analistas consultados por el medio.
Al mismo tiempo, EEUU intensificó las advertencias a sus aliados en el Caribe sobre los riesgos de hacer negocios con Pekín que van desde la construcción deficiente hasta los préstamos predatorios y el espionaje.
El embajador estadounidense en Jamaica, Donald Tapia, advirtió recientemente en una serie de publicaciones en Twitter contra la instalación de las redes 5G fabricadas por empresas chinas Huawei y ZTE. "Huawei tiene un historial de espionaje, robo y apoyo a regímenes autoritarios", escribió el diplomático.
Do you know the truth about #Huawei?
— US Ambassador to Jamaica (@AmbassadorUS_JA) October 27, 2020
Myth: Huawei protects your interests and information.
Reality: Huawei has a history of spying, stealing, and supporting authoritarian regimes.
Read more about my thoughts on #5G and Huawei here: https://t.co/mhETrpZCNr
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, a su vez, dijo en enero que era "tentador aceptar dinero fácil de lugares como China".
La Embajada de China contestó a Pompeo que había profundizado su participación con los Estados del Caribe "sobre la base del respeto mutuo, la igualdad y el beneficio mutuo". Y acusó a los Estados Unidos de provocar disputas.
"Parece que algunos políticos estadounidenses no pueden ir a ninguna parte sin atacar a China, empañar la reputación de China, encender fuegos y avivar las llamas y sembrar discordias", dijo la Embajada china.
Las naciones caribeñas, mientras tanto, no quieren verse obligadas a elegir un bando. Una mayor competencia entre las dos superpotencias las pone en una posición incómoda, cita el diario a Pepe Zhang, director asociado del Centro para América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council.
"Quieren ser capaces de trabajar tanto con Estados Unidos como con China en áreas que tengan sentido. Y creo que eso es algo que será aún más cierto ahora que la región está pasando por una recesión económica muy difícil", concluyó el medio.