Eta se situó sobre la tierra en el noroeste de Nicaragua entre el 3 de noviembre en forma de un potente huracán de categoría 4. Sus vientos soplaron hasta a 240 kilómetros por hora.
A medida que el fenómeno meteorológico fue avanzando, se desplazó a la vecina Honduras. Las fuertes lluvias que causó dejaron inundaciones, deslaves y una víctima mortal, una niña de 13 años en la ciudad hondureña de San Pedro Sula, según informan medios nacionales. Ya en la tarde del 4 de noviembre Eta quedó relegada a la categoría de depresión tropical.
Eta es la vigésimo octava tormenta tropical de la temporada de huracanes del Atlántico de 2020, una cifra que iguala al número de la temporada de 2005, cuando se produjeron huracanes tan violentos como Katrina.