Grupos de manifestantes y antiguos integrantes de las FARC han colocado flores y notas con los nombres de las personas asesinadas. Los exguerrilleros denunciaban unos asesinatos que no se detienen a pesar de la paz alcanzada.
Los protestantes realizaron una marcha silenciosa a la Plaza Bolívar de la capital colombiana, donde se congregó precisamente la caravana de excombatientes proveniente de varios puntos del país el 1 de noviembre. Algunos de los participantes representaron también su propia muerte en señal de protesta.
La guerrilla alcanzó un acuerdo con el Gobierno de Colombia en 2016, que permitió que unos 13.000 miembros del grupo rebelde se desmovilizaran. No obstante, a la ONU le preocupa la aplicación de dicho acuerdo y los asesinatos de antiguos combatientes que no cesan: las cifras oficiales apuntan a que 236 antiguos combatientes han sido asesinados tras la firma del acuerdo.