Modus operandi
El terreno había sido abonado adecuadamente semanas atrás por el propio Centro Nacional de Inteligencia [CNI] de España, que en el informe ELISA ubicó a Sputnik como un medio malicioso y de desinformación, algo que fue denunciado en este medio.
Sólo así se explica que este auto del magistrado de Barcelona aparezca sólo unos días después de ese informe de la Inteligencia española —que entre otros, llega a manos del jefe de Estado y del presidente del Gobierno de España—, cuando el audio de la famosa llamada entre independentistas catalanes sobre la absurda presunta intervención de Rusia en Cataluña, fue incautada por la Guardia Civil el 24 de mayo de 2018, y entregada al juez ya analizada y detallada en un informe el 27 de agosto de 2019, tal como figura en el auto. Es decir, hace ya más de un año.
Esa doctrina, añade el analista, que se elabora en StratCom de la OTAN, es la que marca toda la guerra híbrida informativa contra Rusia, "que en España afecta a la presunta injerencia rusa en el asunto catalán; que en el Reino Unido afecta al tema del Brexit o a los submarinos nucleares rusos en el Atlántico; que en Francia alude a la interferencia en las elecciones y los correos electrónicos del señor Macron; que en EEUU afecta a las elecciones y a los emails de Hillary Clinton; el asunto Navalni, el asunto Skripal. Siempre es lo mismo: se focaliza un hecho que puede ser más o menos sensacionalista, y sobre ese hecho se aplica la doctrina", afirma Aguilar.
"Para lo que es el sumario por el cual se encausa a estos personajes [independentistas], realmente esa llamada no tiene la más mínima importancia, no va más allá. Es una fanfarronería, un delirio. El juez lo que hace es dar por bueno lo que le presenta la Guardia Civil, es decir, todo lo que ha encontrado, y una interpretación de los hechos de esta llamada —que se refiere a Rusia, los 10.000 soldados y demás—, conforme a la doctrina que ellos tienen que viene de lo que establece el Centro Nacional de Inteligencia, que es lo que marca la OTAN", abunda Aguilar.
El rebaño
El también periodista explica que todo esto no tiene ni pies ni cabeza, pero que sirve a los efectos de las campañas permanentes de desinformación sobre un supuesto peligro ruso, que es instrumentalmente útil para las políticas de la OTAN y para la justificación de la propia OTAN. "Porque si no hay enemigo, no hay OTAN, no tiene sentido".
Las cosas en su lugar
Aparte de la respuesta en tono humorístico dada en un primer momento por la Embajada de Rusia en España, también se pronunció la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, el pasado 29 de octubre. Durante su rueda de prensa informativa semanal, y a instancias de la televisión catalana que la inquirió al respecto, respondió: "Probablemente, la mención de nuestro país se encuadra de forma ideal en la propaganda antirrusa lanzada hace unos años en Occidente y por eso resulta plausible".
"Lo tomamos con calma. Lo que sí provoca extrañeza es el crédito que dan algunos medios españoles a semejantes filtraciones divulgando las acusaciones, notoriamente falsas e improbables, de categoría de 'prensa amarilla', contra Rusia y desdeñando los hechos objetivos. Estas acciones no conducirán a otro lugar que no sea perjudicar las relaciones ruso-españolas", avisó Zajárova.
"Porque además, si uno lo piensa un poco, sólo tiene que preguntarse: ¿cómo pensaban llegar esos 10.000 soldados rusos a Cataluña en el momento de declararse la independencia, si ni siquiera los dirigentes catalanes sabían cuándo se iba a hacer? Sólo se me ocurre una forma: que decenas de grandes transportes de tropas aerotransportadas salieran de Rusia, cruzando el espacio aéreo de todos los países de la OTAN, para aterrizar en Barcelona. Esto es demencial. Esto es suficiente para decir: a ver, pero esto a quién se le ha ocurrido", ironiza Aguilar.
"Es decir, no cabe un tonto más en la política catalana, ni cabe un tonto más en los servicios secretos españoles", sentencia Juan Aguilar.