A finales del siglo XIX, Oscar Wilde hizo famosa la frase "don't shoot the pianist, he's doing his best" (no disparen al pianista, lo hace lo mejor que puede, en castellano) que observó en un letrero en Leadville en Colorado. Desde entonces, esa frase ha sido considerada como el mejor canon de crítica del arte americano. Esta expresión hoy en día podría representar a la perfección al pianista de Barcelona, no tanto como una crítica a este arte sino como reflejo de la situación que vivió este músico mientras se producían los altercados de Barcelona.
En la manifestación de la ciudad condal, un pianista que se encontraba en el centro de los altercados siguió tocando impávido la canción Eternal Flame (traducido al español como Llama Eterna) del grupo estadounidense Bangles, una metáfora que puede reflejar la impasividad de la música ante una Barcelona en llamas.
Una poética estampa que refleja que la vida continúa a pesar del momento de crisis en el que estamos inmersos. Algunos prefieren sublevarse ante las autoridades mientras que otros, prefieren ponerle música de fondo a las adversidades. "Cada uno elige cómo vivir su realidad", comentó otro de los usuarios en redes.