"Imagínate que pudiéramos advertir a las autoridades sanitarias que en una semana o dos tienen que hacer más pruebas de COVID en tal ciudad y preparar los hospitales porque podemos asegurar que allí habrá un brote", dijo a Sputnik el profesor Ariel Kushmaro, investigador del departamento de Ingeniería biotecnológica de la Universidad de Ben Gurión, en el Neguev.
"Y es que ahora podemos identificar el SARS-CoV-2 en los desagües y aguas residuales, eso nos sirve como un sistema de advertencia temprana para futuros brotes", agregó el principal investigador de este nuevo sistema de detección temprana.
El Ministerio de Sanidad israelí anunció esta semana que el método desarrollado en la universidad será desplegado en 14 localidades diferentes del país.
El piloto, financiado por el Ministerio de Sanidad, durará algunos meses y sigue a otro ensayo que se llevó a cabo ya en el mes de mayo en la ciudad de Ashkelón y que predijo con éxito un brote algunas semanas antes de que ocurriera.
¿Por qué en los desagües?
Cuando las personas se contagian de COVID-19 comienzan a desprender ácido ribonucleico (RNA) restante del virus una o dos semanas antes de ponerse enfermos.
El sistema puede detectar esos restos de RNA y, de este modo, los inventores del sistema dicen que las autoridades pueden adelantarse al virus en lugar de tener que esperar a que las personas desarrollen síntomas.
A través de las heces se pueden averiguar muchas cosas sobre la población monitorizada, esto se hace también en algunos países europeos y algunos estados de Estados Unidos, indicó el experto.
En Israel en 2013 se llevó a cabo un estudio que apuntaba que el polio se podía detectar de este modo, y efectivamente se descubrió un brote de polio en comunidades beduinas, por eso se llevó a cabo una campaña de vacunaciones adicional para atajar el problema.
Kushmaro señala que el sistema de detección temprana será muy relevante y útil incluso si hay vacuna, porque, según dijo, ésta no siempre va a funcionar al cien por cien ni en todas las personas ni todo el tiempo, además de que hay que contar con el factor de que no todo el mundo va a ser vacunado.
El confinamiento y las aguas residuales
Kushmaro señaló que los resultados de las monitorizaciones presentes muestran un descenso en la concentración del virus muy probablemente a causa del confinamiento. "Teníamos una gran concentración del virus en la población. Y vimos una gran concentración del virus en los desagües y ahora vemos un descenso en los desagües de diferentes ciudades y esto es por el encierro", expuso.
La primera ha patentado tecnología de filtrado para diálisis. Sus filtros retienen el material genético presente en las aguas residuales. La segunda monitoriza aguas residuales desde hace una década, en Israel y otros lugares del mundo, buscando fuentes de polución industrial.