"La actuación de Arozarena devolverá en parte la confianza por el talento cubano, lo mismo en las firmas internacionales que en los jugadores jóvenes de Ligas Menores", aseguró a esta agencia Romero, autor del libro El Sueño y la Realidad, sobre la migración en el béisbol de la isla.
A finales de agosto pasado el proyecto de apenas 25 años esperaba por una oportunidad para lucirse en las llamadas Grandes Ligas, y en menos de dos meses no solo condujo al Tampa Bay Rays a la Serie Mundial, sino que lo ha hecho a golpe de récords.
Tras eliminar a los favoritos New York Yankees y Houston Astros, los Rays enfrentan a Los Angeles Dodgers en una serie atípica, como todo en el marco de la pandemia de covid-19, pero que ha complacido incluso a los más exigentes amantes del béisbol.
Arozarena tiene mucho que ver con ese interés, al romper las marcas absolutas de hits (26) y jonrones (ocho) en playoffs, y poner su nombre en los libros de récords por delante de inmortales del béisbol, como Derek Jeter y Barry Bonds.
"Lo hecho por Arozarena realza el valor de los beisbolistas cubanos, pero también demuestra los múltiples lados ciegos del juego", enfatizó Romero, miembro de la Asociación de Escritores de Béisbol de EEUU (BBWAA, siglas en inglés).
Autor de la investigación más acuciosa sobre los peloteros cubanos que llegaron a las Mayores o se quedaron en el camino, Romero destaca en particular la fortaleza mental de Arozarena, que respondió a todas las pruebas y obstáculos con los récords de su actuación histórica.
Pese a su ascenso vertiginoso desde que los Rays lo subieron al equipo principal, Arozarena no podrá aspirar a ser Novato del Año porque no acumuló los suficientes turnos al bate en la campaña regular, pero igual fue Jugador Más Valioso en la final de la Liga Americana.
Con el talismán de unas botas texanas que lo acompañan desde México y que, según él, son la fuente de su poder, Arozarena aún tiene la posibilidad de agrandar su proeza en una Serie Mundial en la que, como dijera el gran Yogi Berra, "nada se acaba hasta que se acaba".