"Aprobar la Estrategia adjunta para desarrollar la zona ártica de Rusia y garantizar la seguridad nacional hasta 2035", dice el decreto.
En concreto, el Gobierno de Rusia debe aprobar en tres meses un plan para realizar los principios básicos de la política estatal y la estrategia, así como controlar la implementación de la estrategia e informar al presidente ruso de los avances.

Para resolver este último problema, las unidades del Ejército ruso desplegadas en el Ártico recibirán armamento adaptado a las condiciones naturales.
La economía y la infraestructura del Ártico también serán adaptadas a los cambios climáticos en el marco de la implementación de las tareas principales para la protección del medio ambiente.
Además, se planea crear territorios naturales altamente protegidos, evaluar el daño al ambiente y organizar las actividades para eliminarlo.

En particular, se prevé el diseño y el uso de tecnologías clave para el desarrollo del Ártico, sobre todo, la creación de nuevos materiales para la construcción, de vehículos y aviones para el trabajo en la región, así como el desarrollo de tecnologías para prolongar la vida de la población local.
En lo referente a las capacidades de producción del gas natural licuado (GNL) en el Ártico ruso, se espera que el volumen del GNL en la zona alcance los 43 millones de toneladas al año en 2024 y aumente hasta 91 millones para 2035.
En comparación, en 2018 se produjo solo 8,6 millones de toneladas de GNL anuales en la región.