El canciller ruso recordó que el 10 de octubre los ministros de Exteriores de Rusia, Azerbaiyán y Armenia acordaron un cese del fuego y la reanudación de las negociaciones de paz.
"Pedimos a los turcos que usen su influencia para respaldar esta línea", dijo Lavrov a la agencia griega ANA-MPA.
Turquía prometió todo tipo de apoyo a Azerbaiyán pocos días después de que volvieran a estallar los choques armados con Armenia. El territorio de Nagorno Karabaj, de población mayoritariamente armenia, es foco de conflicto desde 1998 cuando decidió independizarse de Azerbaiyán.
Sin embargo, los enfrentamientos continuaron ese mismo día y las partes del conflicto se acusaron mutuamente de infringir el armisticio.
Lavrov instó también a otros actores externos a impedir que aumente la tensión militar en Nagorno Karabaj.
"Llamamos a todos los actores externos a hacer lo posible para evitar la escalada del conflicto militar", señaló.
El jefe de la diplomacia rusa pidió impulsar el proceso de paz y enfatizó que los líderes de Rusia, Estados Unidos y Francia, que copresiden el Grupo de Minsk, se expresaron ya claramente a favor de una solución negociada en Nagorno Karabaj.
Conflicto en Libia
Asimismo, Serguéi Lavrov declaró que Moscú y Ankara continúan trabajando en acercar las posiciones de las partes del conflicto en Libia para poner en marcha la transformación política en ese país.
"Continuamos trabajando en el acercamiento de las posiciones de negociación de las partes beligerantes en aras de poner en marcha la transformación política basándose en resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y decisiones de la conferencia de Berlín", dijo Lavrov.
El ministro de Exteriores ruso destacó que gracias a "los esfuerzos conjuntos se logró acordar que se estableciera un alto el fuego, así como que se reanudaran las actividades del sector petrolero que es clave para la economía del país".
El canciller recordó que en Siria se logró normalizar la situación gracias a una cooperación de los diplomáticos rusos y turcos, de los militares y servicios de inteligencia, basada en el respeto mutuo de los intereses.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Actualmente en Libia hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, presidido por Aguila Saleh y que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del ENL, y el GAN, encabezado por Fayez Sarraj y avalado por la ONU, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.