"Durante las tareas de observación que hicieron las tropas en el área pudieron apreciar que había menores en el área, pero una vez ejecutada la operación no se determinó que hubieran quedado menores en el área (…) Fue el ELN el que se los llevó, nuestros hombres vieron cómo se los llevaban", dijo el comandante general de las Fuerzas Militares, el general Luis Fernando Navarro, en una conferencia de prensa.
El paramilitar, quien se había adjudicado la responsabilidad del atentado contra la Escuela de Cadetes de la policía en enero de 2019, en el que murieron 22 personas, tenía una presencia constante en las redes sociales, instando en particular a los jóvenes a tomar las armas.
Según informes de prensa, una niña de seis años, supuestamente hija de 'Uriel', y un niño de ocho años, estaban presentes en el campamento cuando ocurrió la acción militar.
"Quien viola el derecho internacional es quien tiene a los menores en esos campamentos (…) La fuerza pública no mata niños, la fuerza pública defiende a los colombianos, la fuerza pública crea condiciones de seguridad", afirmó el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en la conferencia de prensa.
El hombre del amuleto blanco
El ministro dijo que las fuerzas militares pueden llevar a cabo operaciones en lugares donde hay menores "cumpliendo debidamente todos los principios de conducción de las hostilidades".
"Uriel", de 41 años, era señalado de reclutar jóvenes, de entrenar células urbanas del ELN y era buscado por homicidio agravado, secuestro agravado y rebelión.
En el lugar donde murió el paramilitar se hallaron cinco computadoras con información financiera y propaganda, y una pistola de color blanco, informó el Comando Militar.
"La pistola de color blanco se la entregó personalmente en 2010 Pablo Beltrán, y él [Uriel] consideraba esta pistola como uno de sus amuletos más preciados", dijo el portavoz de la entidad en la conferencia de prensa.
Beltrán es un guerrillero y jefe negociador del ELN que tuvo tratos con el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010 - 2018) para acordar un proceso de paz que pusiera fin a un conflicto de más de cinco décadas con la que es ahora la guerrilla más grande de Colombia.
En febrero de 2019, tras el atentado a la escuela de cadetes, el Gobierno de Iván Duque suspendió las negociaciones de paz, y exige para reanudarlas que el ELN deponga las armas y entregue a las personas secuestradas que tiene en su poder.