El papiro FMNH31324 fue adquirido en 1894 por el coleccionador Edward E. Ayer para el Museo Field de Historia Natural de Chicago (EEUU) durante un viaje a Europa. Un nuevo estudio llevado a cabo por Foy Scalf, un experto en egiptología y papirología de la Universidad de Chicago, ha utilizado el manuscrito como base para un nuevo análisis del llamado primer Libro de las respiraciones.
Los libros de las respiraciones son una forma simplificada del llamado Libro de los muertos, entretejida con nuevas composiciones, comentarios y la reelaboración u omisión de pasajes específicos, explicó Scalf.
El papiro FMNH31324 es una versión "abreviada" de lo que se llamaba el primer Libro de las respiraciones. Es decir, una composición nueva y distinta que fusionó los hechizos del Libro de los muertos, previamente independientes, en una única estructura "narrativa" centrada en la divinización del difunto y su presentación a la comunidad de dioses.
De momento no ha sido posible identificar el origen exacto del manuscrito FMNH31324, pero se sabe que proviene de Tebas, una antigua ciudad egipcia ubicada a las orillas del río Nilo, de donde se derivan numerosas copias del primer Libro de las respiraciones. Los expertos sospechan que un único escriba fue el responsable de escribir e ilustrar el papiro.
El papiro FMNH31324 está ilustrado en la parte superior con una fila de escenas que incluyen, entre otras cosas, la figura de una deidad vacuna sobre un santuario, una famosa escena de un juicio y tres genios protectores sosteniendo armas: una figura con cabeza humana con un cuchillo, una figura con cabeza de cocodrilo con una maza y una figura con cabeza de chacal también con un cuchillo.
El manuscrito, de manera general, no contiene errores graves por parte del escriba, sino que pequeños fallos típicos al copiar desde un material fuente. La gramática es una versión de la lengua egipcia media clásica con algunas características de fases posteriores.
Los daños en el papiro hicieron imposible identificar al autor del manuscrito y ponerle una fecha precisa. Sin embargo, Scalf considera que podría ser posible identificar a un posible autor en el futuro, si se identifican y publican otros papiros pertenecientes a la misma persona posteriormente.