La diplomática denunció que las empresas occidentales, ante todo las de EEUU, persiguen monopolizar el ámbito digital, y ese proceso va acompañado de una falta total de transparencia y de regulaciones.
La representante de la Cancillería rusa catalogó esa práctica de "cacería de brujas", durante la cual, en particular, "los usuarios comunes, los expertos y periodistas que no están de acuerdo con la política de Washington, reciben el título de 'bots rusos' y 'trolls', y se les niega la oportunidad de expresar sus opiniones".
"Se trata de una tendencia muy peligrosa", subrayó la portavoz.
El grupo mediático Rossiya Segodnya, del que forman parte RIA Novosti y Sputnik, denunció a finales de septiembre que Twitter dejó de mostrar su cuenta entre las sugerencias de búsqueda de los usuarios que no la hubieran visitado o seguido con anterioridad.
A principios de agosto Twitter también empezó a etiquetar las cuentas controladas por representantes oficiales de gobiernos, medios afiliados al Estado y personas relacionadas estrechamente con esas entidades.
Rossiya Segodnya denunció además el hecho de que solo resultaran etiquetadas las cuentas afiliadas al Estado en Rusia y en China.