Sí, en el medio de nuestra galaxia se encuentra un supermasivo agujero negro. Justo por su descubrimiento los científicos Reinhard Genzel y Andrea Ghez recibieron el Premio Nobel de Física en el 2020. Pero ¿qué sabemos sobre él?
Primero, que su nombre es Sagitario A* (SgrA*) y se aleja de nosotros a unos 26.000 años luz. Al mismo tiempo, los parámetros principales para entender un agujero negro son dos: su masa y su espín, la velocidad de la rotación sobre su eje.
En vez de esto, los investigadores del Centro de astrofísica Harvard-Smithsonian (CfA) y la Universidad del Noroeste estudiaron las órbitas y la distribución espacial de las estrellas gigantes rojas de tipo S, las más cercanas al agujero negro, que giran a su alrededor.
Encontraron que las estrellas S están organizadas en dos planos, como discos estelares que giran en diferentes direcciones. Según los investigadores, esto indica que la velocidad de rotación del Sagitario A* en sí no es alta. Si tuviera una rotación significativa, los planos orbitales de las estrellas sufrirían un cambio con el tiempo, pero esto no se observa. Según ellos, el espín del agujero negro no es más de 0,1 de la velocidad luz.
"Para nuestro estudio utilizamos las estrellas S recientemente descubiertas para mostrar que el espín del agujero negro SgrA* debe ser menor que el 10% de su valor máximo, correspondiente a un agujero negro que gira a la velocidad de la luz", afirma el doctor Avi Loeb, el coautor del estudio publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters.
Los científicos esperan que sea posible ampliar nuestro conocimiento sobre el Sagitario A* cuando se realice el proyecto de una red de telescopios Event Horizon Telescope (Telescopio del Horizonte de Sucesos en español). Un conjunto de varios telescopios se utilizará para observar el entorno más próximo al agujero negro supermasivo de la Vía Láctea.