"El sistema de vigilancia del espacio aéreo detectó el 21 de octubre sobre las aguas neutrales del mar de Bering dos objetivos aéreos que se aproximaban a las fronteras del país", señaló el organismo en un comunicado.
Para identificar los objetivos aéreos y prevenir el cruce ilegal de la frontera rusa, despegaron un caza MiG-31 y un Su-35 de la Fuerza Antiaérea del Distrito Militar Este.
Las tripulaciones de las cazas rusos identificaron estos objetivos como dos bombarderos estratégicos B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU.
Después de que los aviones estadounidenses dieran la vuelta y se alejaran de la frontera rusa, las aeronaves rusas regresaron al aeródromo de estacionamiento.
Entretanto, el 20 de octubre cazas F-22 de la Fuerza Aérea de EEUU escoltaron aviones rusos Tu-95MS sobre las aguas neutrales de los mares de Chukotka, Beaufort, Bering y Ojotsk.
Los bombarderos estratégicos rusos y estadounidenses suelen volar cerca de las fronteras de EEUU y Rusia sin violar el espacio aéreo de cada uno. Sin embargo, los cazas de los dos países realizan las denominadas interceptaciones que se llevan a cabo sin incidentes y son una práctica estándar para las Fuerzas Aéreas de EEUU y Rusia.
No obstante, en agosto se detectó un fuerte aumento de las interceptaciones de aviones no estratégicos cerca de las fronteras rusas, la mayoría de ellas sobre el mar Negro.
En septiembre y octubre el número de interceptaciones en las fronteras de Rusia, en comparación con agosto, disminuyó significativamente.