Durante los últimos meses, los niveles de violencia en se han incrementado debido a la presencia de células delictivas de ambos cárteles en esa región. Según una investigación periodística, entre enero y agosto de 2020 los homicidios dolosos en el municipio de Caborca han incrementado 28% respecto al mismo periodo del año pasado, al pasar de 809 a 1.036 asesinatos.
"Está relacionado con la cercanía que tiene esta región con Estados Unidos, es una zona fronteriza muy larga. Pues por ahí pasa droga, definitivamente... Es un enfrentamiento entre dos grupos, acérrimo, que quieren acabar uno con el otro", aseveró el presidente municipal de Caborca, Librado Macías.
Asimismo, los grupos criminales han advertido por medio de mantas firmadas que los ataques continuarán. Esto ha implicado que las carreteras Sonoyta-Caborca y Puerto Peñasco-Puerto Lobos se convirtieran en vías peligrosas, en las cuales tanto choferes como turistas han sido víctimas de agresiones y asaltos por parte de civiles armados en las últimas semanas.
Del mismo modo, Infobae ha señalado que hay evidencias del incremento sustancial de la compraventa de ranchos en la región, muchos de los cuales se llegaron a vender al doble de su costo comercial, por lo cual se sospecha que los compradores no son ganaderos.
Dada su ubicación geográfica, Sonora es un punto de interés para las organizaciones criminales que buscan controlar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Entre los principales grupos que operan en esa entidad se encuentran Los Salazar, célula identificada como brazo armado del cártel de Sinaloa en la zona.
Reportes de prensa afirman que esa organización criminal, así como el cártel de Caborca, se encuentran aliados con políticos sonorenses que buscan quedarse con algunas hectáreas del desierto, las cuales tienen una gran riqueza en su subsuelo, principalmente oro.