Se afirma que los seis individuos pertenecen al Departamento Central de Inteligencia de Rusia, y están acusados de lanzar ciberataques en 2017 mediante el virus NotPetya contra los Juegos Olímpicos de Corea del Sur.
"Es evidente que esa información no tiene nada que ver con la realidad y está dirigida simplemente a calentar las actitudes rusófobas en la sociedad estadounidense y a desplegar una 'caza de brujas' y un espionaje obsesivo", asegura el diplomático ruso no identificado.
Desde hace varios años EEUU acusa a Rusia de casos como este y de otros tantos, hasta el punto que se ha convertido en algo habitual en la política exterior del país.
"Todo esto ha sido un rasgo distintivo de la vida política de Washington desde hace varios años. Las autoridades de EEUU están destruyendo constantemente las relaciones ruso-estadounidenses, una vez pragmáticas, e imponiendo artificialmente a su población una percepción tóxica de Rusia y de todo lo relacionado con ella", opina el representante de la misión diplomática rusa en EEUU.
Estados Unidos no es el único país que dirige acusaciones graves contra la inteligencia rusa en relación a unos JJOO. El Reino Unido también ha manifestado que el Kremlin planeó un ciberataque contra los organizadores de la Olimpiada de Tokio antes de ser pospuesta para 2021. Algo de lo que el comité de organización de esos juegos no ha visto evidencia alguna.