Los manifestantes, que llegaron a la capital colombiana en autobuses y camiones para poder dialogar directamente con Iván Duque, protestan, entre otras cosas, contra la violencia que les afecta, el asesinato de los líderes sociales, la privación de tierras, la arremetida de la guerrilla y otros grupos financiados por el narcotráfico en sus territorios.
Así, los indígenas se sumarán a un nuevo paro nacional convocado para el 21 de octubre.
Más de 7.000 indígenas colombianos se encuentran concentrados en el Palacio de los Deportes de Bogotá, donde llegaron desde diversos puntos del país para participar en una marcha pacífica que busca exigirle al Gobierno que garantice el respeto a la vida y cumpla con lo pactado en el Acuerdo de Paz, informó la prensa local.
En la noche del 18 de octubre, el secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, se reunió con los representantes de la Minga para coordinar el recorrido y acordar el carácter pacífico de la marcha.
Miles de integrantes de la organización indígena Minga llegaron a las calles de Cali el 13 de octubre y se dirigieron a Bogotá para reunirse con Iván Duque y exigirle un diálogo sobre los asesinatos de líderes sociales y la violencia de las fuerzas de seguridad del Estado. La caravana partió inicialmente el 11 de octubre desde el departamento del Cauca (suroeste de Colombia).
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) recordó en su comunicado que en 2019 se registraron 36 masacres en el país en las cuales fueron asesinadas 133 personas, y que en lo que va de 2020 van 67 masacres en las que han muerto 271 personas.