"Se deja sin efecto la designación del ciudadano Carlos Arturo Murillo Prijic como Ministro de Gobierno (...)", dijo un decreto presidencial publicado a primera hora de la tarde.
Similar decisión, mediante otro decreto, tomó Áñez con relación al ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas.
La gobernante transitoria había sufrido meses antes la censura del ministro de Defensa, a quien destituyó el 9 de marzo para designarlo de nuevo en ese cargo al día siguiente, en una jugada que causó duras protestas de líderes parlamentarios.
Inasistencias
Murillo, hombre fuerte del Gobierno, fue censurado porque no asistió a una sesión bicameral del Parlamento en la que debía responder a una interpelación por supuesta corrupción en una compra de materiales antidisturbios para la Policía.
En las justificaciones de ambos decretos, Áñez señaló que las censuras resultaron de un procedimiento parlamentario irregular, porque los asambleístas no consideraron "la oportuna justificación de inasistencia" de ambos ministros.
Sobre este argumento, la presidenta del Parlamento, Eva Copa, dijo que Murillo habría preferido reunirse con una delegación de observadores electorales de la Organización de Estados Americanos en vez de acatar la citación constitucional de la Asamblea Plurinacional.
Áñez designó como ministros temporales de Gobierno y de Educación a los viceministros Wilson Santamaría y Reynaldo Paredes, respectivamente.