El colapso informático también impidió tratar y dar de alta a los numerosos pacientes que estaban en el centro sanitario, víctimas colaterales de un ataque dirigido originalmente contra los ordenadores de la Universidad Heinrich Heine de Dusseldorf, con la que está asociado.
Los 'hackers' encriptaron 30 de sus servidores, además de haber dejado una carta de chantaje dirigida a la universidad. La misiva permitió a la policía local contactar con los criminales, informándoles que era un hospital, y conseguir que descifraran los servidores.
Apuntó que los tratados existentes hoy en día al respecto, sólo benefician a los pocos países suscriptores, al tiempo que tampoco son "lo suficientemente eficaces [como] para frenar este tipo de ciberataques".
"La solución a esto es una sola: la regulación global del ciberespacio", enfatizó el experto, al llamar a la concientizarse ya de que la piratería informática no sólo atenta contra "empresas, industrias, entidades financieras o diversos organismos oficiales" para hacerse con sus datos —lo que sí es grave—, sino también contra vidas humanas.