Según el cosmonauta, la inflamabilidad del alcohol no es el principal criterio. Los vapores del alcohol pueden provocar un fallo en el sistema de purificación del aire.
"Todo lo que contiene alcohol es detectado inmediatamente por los analizadores de gas. La Tierra lo ve enseguida. Incluso si se abre un frasco, el olor se desprende y los sensores informan inmediatamente en modo telemétrico a la Tierra de que hay alcohol a bordo. Y los sistemas de purificación del aire se apagan instantáneamente. Simplemente dejan de funcionar cuando aparecen los vapores de alcohol", explicó Samokutiáyev.
El cosmonauta recordó que se había debatido la posibilidad de proporcionar a los astronautas vino para combatir los efectos de la exposición a las radiaciones, pero se decidió rechazar esa idea.
"Hay un tabú total a bordo", dijo Samokutiáyev.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) October 10, 2020
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