El Departamento de Justicia está preparando una demanda antimonopolio que acusa a Google de abusar de su control en el mercado de las búsquedas online. El departamento podría presentarla hasta el 25 de octubre.
Mientras siguen en curso las discusiones sobre cómo resolver el control de Google sobre el mercado mundial de la publicidad digital, que representa unos 162.300 millones de dólares, la venta obligatoria podría ser la primera ruptura ordenada por un tribunal de una empresa de EEUU en décadas.
Además, el litigio llega cuando Google y gigantes de la industria tecnológica como Facebook, Amazon y Apple se enfrentan a un creciente interés por parte de los republicanos y demócratas de EEUU por cuestiones como su aplastamiento de los competidores, el tratamiento de los datos privados de los usuarios y el manejo de la desinformación durante la campaña presidencial.
¿Por qué el navegador Chrome está en el foco de atención?
Según los funcionarios consultados por especialistas de la industria, la potencial venta del navegador Chrome debería frenar el poder de Google.
Esas críticas se intensificaron en enero, cuando Google dijo que eliminaría gradualmente el uso de cookies de terceros en su navegador Chrome dentro de dos años para mejorar la privacidad de los consumidores. Pero las cookies —pequeños archivos que un navegador utiliza para rastrear las visitas a los sitios web— también son una herramienta clave para que los editores demuestren la eficacia de las campañas publicitarias a los compradores de publicidad.
Las propias estimaciones de Google muestran que la eliminación de esas cookies reducirá los ingresos por publicidad de los medios de comunicación que muestran anuncios en línea hasta en un 62%.
Mientras que otros navegadores como Safari de Apple y Firefox de la Fundación Mozilla ya bloquean las cookies, es probable que la novedad en Chrome tenga un alcance más amplio, ya que al día de hoy es el navegador más popular.
En un informe antimonopolio del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de EEUU se informa que la cuota de mercado de Chrome le permite a Google "establecer efectivamente estándares para la industria", un tema de particular relevancia a medida que Chrome va eliminando las cookies.
Por su parte, Google asegura que trabaja con la industria publicitaria para desarrollar alternativas a las cookies. Por ejemplo, el gigante tecnológico ha propuesto un nuevo sistema, apodado Turtledove, en el que las subastas publicitarias se realizarían dentro del navegador en lugar de enviar los datos a servidores externos. Google sostiene que esto protegería mejor la privacidad del usuario porque los datos de una persona nunca salen de su computadora o teléfono.
En lugar de exigir a Google que venda el navegador, los fiscales también podrían considerar pedir al tribunal que limite la forma en que Google utiliza los datos derivados de Chrome para ayudar a sus otros productos, escribió Politico, citando fuentes cercanas.
Google sabe todo de ti y te puede vender lo que sea
"Alphabet, el propietario del navegador de Google, sabe más sobre la población del planeta que la Agencia de Seguridad Nacional y la CIA juntas. Al mismo tiempo, Google sabe más sobre la población del planeta gracias a la población, mientras que la NSA y la CIA trabajan por dinero del presupuesto", afirmó Alexandr Dushkin, administrador de activos del Fondo internacional de inversiones privadas al diario ruso BFM.
El control de Google sobre la tecnología que subyace a la publicidad en la web se remonta a la compra por el gigante de la búsqueda en 2007 de DoubleClick, una empresa que ayudaba a los sitios web y a los anunciantes a publicar anuncios online.
Desde la compra de DoubleClick, Google también ha acumulado otras propiedades de tecnología publicitaria, incluyendo Admob, una compañía de publicidad móvil; el subastador de anuncios Invite Media; y AdMeld, una plataforma para compradores de anuncios. Estos acuerdos ayudaron a Google a crear un conjunto de tecnologías que cubren todas las etapas del proceso de compra y venta de anuncios online.