"Hoy, la Conaie y la Asociación de Víctimas Inocencio Tucumbi, vamos a presentar una denuncia contra el Estado ecuatoriano, tenemos todos los argumentos necesarios para decir que respondan por los hechos de octubre y, si no tienen la capacidad para hacerlo, iremos a otras instancias internacionales", dijo el presidente de la Conaie, Jaime Vargas.
Vargas cuestionó que mientras la justicia mantiene abiertas investigaciones contra dirigentes indígenas por supuestos delitos de sabotaje, secuestro y terrorismo durante las movilizaciones de octubre del año pasado, no exista una investigación sobre los manifestantes muertos, heridos y lesionados.
Según el asesor legal de la Conaie, Carlos Poveda, por de los ataques de las Fuerzas del Estado contra la población hubo 11 personas fallecidas, 62 heridos graves, alrededor de 300 personas mutiladas y 1.300 detenidos.
Poveda añadió que esos hechos se originaron en una cadena de mando del Estado, integrada por el Consejo de Seguridad Nacional, con participación de organismos de inteligencia y contrainteligencia.
La denuncia recoge también criterios sobre un supuesto uso excesivo de la fuerza, avalado por informes elaborados por la Defensoría del Pueblo de Ecuador y organismos de Derechos Humanos.
Previo a la presentación de la demanda, los dirigentes de la Conaie realizaron en el parque El Arbolito, ubicado en el centro-norte de la capital, una ceremonia ancestral para conmemorar los 528 años de resistencia indígena ante la invasión española.
En la ceremonia, Vargas hizo un llamado a la unidad de las nacionalidades indígenas y organizaciones sociales para sumarse a una gran movilización nacional contra el Gobierno, que será convocada en los próximos días.
En la misma línea, el titular del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), Leonidas Iza, ratificó su postura de "ni perdón ni olvido" por lo sucedido en octubre.
Según Iza, quien tuvo un papel protagónico en las movilizaciones de octubre del año pasado, el Gobierno de Lenín Moreno ha tratado de imponer una verdad falsa a partir de señalar que durante las protestas estuvo en juego la democracia.
Durante las movilizaciones y protestas de octubre, en Ecuador hubo saqueos y destrucción de bienes públicos y privados, vandalismo, bloqueos de carreteras, daños a instalaciones de producción de petróleo y una serie de actos violentos sin precedentes, incluida la quema del edificio de la Contraloría.