La candidatura de Zhapárov, así como la composición del gabinete y el programa propuestos por el político, fueron apoyados por unanimidad por los parlamentarios kirguises.
Las protestas derivaron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Según el Ministerio de Salud kirguís, al menos una persona murió y más de 1.000 sufrieron lesiones en los disturbios.
En la noche del lunes, los manifestantes ocuparon varias oficinas públicas, incluidas las sedes del Parlamento, el Gobierno y el ayuntamiento de Biskek. También lograron que el Comité de Seguridad Nacional excarcelara a varios políticos presos.
Varios opositores no aceptaron esa candidatura y crearon su propio consejo de coordinación. Además exigieron la dimisión del presidente de Kirguistán y la disolución del Parlamento.
El viernes 9, Biskek volvió a ser escenario de enfrentamientos, en particular entre los partidarios y los detractores de Zhapárov.