"Ese día, 9 de febrero, no hubo ningún tipo de operación militar en lo absoluto; fue un dispositivo de seguridad para la actividad que el presidente iba a desarrollar ese día en las afueras de esta Asamblea", declaró el general Acevedo ante la comisión parlamentaria que lo interpeló.
La presencia de militares con armas largas en el Salón Azul del Palacio Legislativo, donde acudió Bukele para exigir la aprobación de un préstamo para seguridad, recibió críticas tanto desde la sociedad civil salvadoreña como desde la comunidad internacional.
Acevedo insistió en que lo ocurrido el 9 de febrero fue parte del plan operativo normal para la seguridad del jefe de Estado, sobre todo porque se esperaba una concentración de 100.000 personas convocadas por Bukele para presionar a los diputados.
"Para mí ninguna cantidad de personal de tropa es suficiente para garantizar la seguridad del señor presidente donde quiera que él vaya", enfatizó Acevedo, al ser cuestionado sobre la presencia de francotiradores y unidades especiales.
Consideró que las circunstancias que rodearon aquella visita de Bukele a la Asamblea fueron "excepcionales" porque no pudieron desplegarse los protocolos correspondientes, como la búsqueda de posibles explosivos u otras amenazas potenciales.