"El general Zeledón y los patriotas que combatieron junto a él hicieron frente a los invasores norteamericanos, apoyados por los caínes nicaragüenses que se reproducen esporádicamente queriendo nuevamente entregar la soberanía nacional al imperialismo, pues son los mismos vendepatrias de ayer, postrados y sometidos a intereses extranjeros", dijo Moncada en el norteño pueblo de La Concordia, cuna del prócer.
La propia fecha marca también el fin de la vida de Zeledón, muerto el 4 de octubre de 1912 en desigual enfrentamiento contra tropas conjuntas y muy superiores en número y armamento del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos y nicaragüenses leales al presidente conservador Adolfo Díaz.
Moncada destacó que el patriota caído justo a sus 33 años fue un eslabón que enlazó en la historia la resistencia del pueblo nicaragüense contra el intervencionismo estadounidense, cuyos hitos fueron la batalla de San Jacinto (14 de septiembre de 1856) y la gesta del líder antimperialista general Augusto C. Sandino, entre 1927 y 1933.
El canciller se refirió al general Zeledón como ejemplo memorable de nacionalismo, antimperialismo y amor a Nicaragua, cuya hombrada contra la intervención extranjera trasciende en el tiempo como símbolo nicaragüense de la lucha nacionalista y la dignidad.