"Los primeros resultados son fantásticos. Los perros detectan el COVID-19 con muchísimo éxito. Es impresionante lo rápido que aprenden y se acostumbran a un nuevo olor", expresó.
Los primeros datos científicos se publicarán hacia el 29 de octubre, cuando se cumpla un mes de la puesta en marcha del experimento, dijo.
La investigadora destacó que los canes que participan en el proyecto, el primero de este tipo en el mundo, no son perros policías sino "simples" mascotas.
La gran ventaja es que los perros son capaces de detectar el SARS-CoV-2 a partir de muestras mucho más pequeñas que las necesarias para las pruebas PCR, y en mucho menos tiempo que cualquier laboratorio, y además lo pueden hacer en casos de pacientes asintomáticos.
Al mismo tiempo, subrayó que los rastreadores caninos no corren ningún riesgo al participar en el proyecto, ya que no se contagian del nuevo coronavirus.
Los investigadores finlandeses ya están compartiendo su pionera experiencia con otros países, señaló Hielm-Björkman.
"Estamos trabajando también con colegas internacionales, en particular de Rusia y Emiratos Árabes", dijo.
Al referirse al experimento en Rusia, donde se están entrenando 15 perros de la nueva raza shalaika para rastrear a infectados de COVID-19 entre una multitud, la científica destacó las particularidades de la estrategia aplicada en cada país.
"En Finlandia entrenamos a los perros con el uso de servilletas y una concentración adicional del olor. El experimento en Rusia para rastrear a portadores del virus entre una multitud también podría ser un éxito. Lo importante es cómo se adiestra al perro", concluyó.