El armamentismo, "en primer lugar, concentra una gran cantidad de recursos que son necesarios para atender las prioridades de salud, simple y llanamente", dijo el canciller mexicano Marcelo Ebrard vía electrónica.
El jefe de la diplomacia mexicana hizo ese planteo en la reunión plenaria de alto nivel para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación Total de las Armas Nucleares.
"A mayor proliferación de este tipo de armamento, menores recursos hay en el mundo disponibles para hacer frente a la desigualdad que tenemos, en el acceso a servicios de salud", apuntó Ebrard en un discursos transmitido vía electrónica.
Contra la proliferación de armas nucleares
Ebrard indicó que entre las preocupaciones principales de las generaciones contemporáneas está la proliferación del armamento nuclear en el mundo.
"Habrá que tomar en cuenta el riesgo que implica para nuestras sociedades, que cada país que desarrolla este tipo de armamento pone en peligro a su sociedad, a sus vecinos y a otras regiones del mundo también", prosiguió el canciller.
Esa tradición antinuclear de la diplomacia mexicana sostiene que para "construir un mundo en donde podamos garantizar la paz tenemos, necesariamente, que proscribir los armamentos nucleares".
Esa proscripción "es una condición, una premisa sine qua non (…), por lo tanto, este posicionamiento es para el futuro, lo que viene ahora después de la pandemia".
En ese marco indicó la necesidad de investigación acerca de nuevos virus y microorganismos que amenazan la vida humana.
"Tenemos que vigilar y el mundo invierte más en armamento, en general, que en la investigación científica para proteger a la humanidad de estas transformaciones, mutaciones y nuevos virus que tenemos que enfrentar", propuso.
El diplomático mexicano Jesús García Robles (1911-1991) ganó el premio Nobel de la Paz en 1982 por su contribución a la firma del Tratado de Tlatelolco en 1967, para la proscripción de las armas nucleares en América Latina.