Más temprano, la agencia Bloomberg aseguró que Estados Unidos presionaba a Merkel para impedir los equipamientos de la empresa china.
Conforme a los cambios, las autoridades establecen un procedimiento de dos fases, la primera verificará que los dispositivos cumplan con los estándares oficiales y la segunda consiste en una evaluación política del fabricante.
"Berlín busca impedir arbitrariedades y que la nueva red de conectividad se use para realizar actos de sabotaje", escribe el periódico.
Martin Schallbruch, experto de la escuela de negocios ESMT, advierte que los productos del fabricante serán admitidos solo si aprueba las dos fases.
"De hecho, el procedimiento equivale a la exclusión de Huawei", concluye.
Estados Unidos, en el marco de su guerra comercial con China, lleva a cabo una campaña en todo el mundo contra Huawei y otras empresas tecnológicas del gigante asiático.
Desde Huawei denunciaron que las acusaciones de Estados Unidos son infundadas, están políticamente motivadas y violan los principios de la libre competencia empresarial.
El Gobierno alemán reiteró en varias ocasiones que se oponía a las prohibiciones de empresas concretas y en lugar de ello planeaba definir criterios de seguridad para decidir si coopera o no con determinado fabricante.