"Se debatió el desarrollo de la situación en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj. Rusia expresó su profunda preocupación por las continuas hostilidades de gran escala. Se hizo un llamamiento a cesar el fuego de manera inmediata y reducir la tensión, así como a evitar una retórica provocativa y beligerante", dice el comunicado.
Además, "se reafirmó la disposición a ofrecer la plataforma de Moscú para organizar contactos correspondientes, incluida la celebración de una reunión entre los ministros de Exteriores de Azerbaiyán, Armenia y Rusia".
Asimismo, el comunicado de la Cancillería rusa se desprende que Lavrov y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en una conversación telefónica instaron a un alto el fuego inmediato en Nagorno Karabaj.
"Se subrayó la necesidad del cese del fuego completo e inmediato por las partes en conflicto y la necesidad de la máxima contención por parte de otros países", reza el comunicado.
Lavrov y Borrell destacaron el papel central del Grupo de Minsk de la OSCE en el diálogo sobre Nagorno Karabaj.
Además, el Ministerio de Exteriores ruso informó en un comunicado que Rusia se siente preocupada por las noticias sobre el traslado de mercenarios extranjeros a la zona del conflicto en Nagorno Karabaj.
El organismo comenta que se trata del traslado de miembros de grupos armados desde Siria y Libia para que participen ya directamente en los combates.
"Nos preocupan profundamente esos procesos que fomentan las tensiones en la zona del conflicto y amenazan la seguridad de la región", dice la nota.
La Cancillería rusa insta a los países interesados "a impedir la participación de los terroristas extranjeros en el conflicto y expulsarlos de la región".
Añade que los dos ministros calificaron de inadmisibles las acciones de las fuerzas extrarregionales destinadas a socavar la paz y la estabilidad regionales.
Mnatsakanián también expresó su preocupación por el reclutamiento y envío de "terroristas extranjeros" a Azerbaiyán.
El 27 de septiembre se desataron las hostilidades con el uso de artillería, aviación y sistemas de misiles a lo largo de la línea de contacto que separa a las fuerzas armenias y azeríes en Nagorno Karabaj.
El conflicto de Nagorno Karabaj estalló en 1988, cuando este territorio de población mayoritariamente armenia decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades entre 1992 y 1994.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones para solucionar el conflicto, encabezadas por el llamado Grupo de Minsk, copresidido por Estados Unidos, Francia y Rusia.