El destino de Quim Torra como presidente de la Generalitat de Cataluña se hallaba en manos de cinco jueces de la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS), que han revisado la inhabilitación impuesta en su día por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
"Hay una desproporción", explica a Sputnik, "Torra retiró la pancarta tres días después de lo establecido. Es una exageración, así lo describió incluso un ministro del Gobierno, Manuel Castells".
Más allá de la expectación mediática
Una vez notificada la resolución acordada en el TS, Torra deberá abandonar la presidencia de la Generalitat. Y también deberá abonar una multa de 30.000 euros.
El político catalán se presentó en el Tribunal Supremo en calidad de representante de la Generalitat, no como acusado. Como declaró a ACN, su deseo era ver los ojos "de los magistrados del Supremo que juzgan un presidente por haber puesto una pancarta que pedía la libertad de los presos y exiliados". A juzgar por el tweet publicado en vísperas de las vistas, Quim Torra se reafirmó en su proceder: "Pues sí: libertad presos políticos y exiliados", escribió, adornando el texto con una fotografía de la pancarta colgada en la fachada de la sede del gobierno catalán.
Doncs sí: llibertat presos polítics i exiliats pic.twitter.com/RS0n9dft9a
— Quim Torra i Pla (@QuimTorraiPla) September 17, 2020
"Lejos de cambiar los ánimos, la inhabilitación va a polarizar aún más la situación", afirma Toni Aira. "El asunto hace aflorar toda la tensión que se había mantenido larvada durante todo este tiempo entre los socios de gobierno a causa de la pandemia". Aira, profesor de Comunicación Institucional en la UPF Barcelona School of Management, estima que la perspectiva cercana de elecciones acentúa las tensiones dentro del bloque soberanista, pero también destaca que la inhabilitación de Torra profundiza la polarización entre las fuerzas independentistas y las constitucionalistas.
"Parece, además, que a cada intento de distensión por parte del Gobierno ―como la negociación de presupuestos o la política de indultos― hay una respuesta dura del poder judicial, que se ha erigido en este asunto en defensor de una supuesta razón de Estado".
"La pandemia llevó todo a una especie de segundo plano, pero ahora todo pinta que irá a más", señala Toni Aira. A su juicio, la inhabilitación del presidente autonómico catalán es otro factor de división entre Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts Per Catalunya (JxCat): "Entre la más partidaria de buscar espacios de negociación y de acuerdo con el Gobierno de Sánchez, y los que consideran que esta opción de pacto no existe".
"Y ahí aparece Quim Torra, cuya formación JxCat, con la inhabilitación, ve alimentado precisamente el relato de que ya sea con el PP o con el PSOE en el Gobierno, el autogobierno catalán se ve afectado", explica.
¿En qué tipo de democracia las deliberaciones de un Tribunal son informadas a terceros y, de ahí, al Gobierno de turno?
— Gonzalo Boye (@boye_g) September 27, 2020
Evidentemente, esto no solo es grave sino que demuestra la podredumbre sistemática en que estamos inmersos: pic.twitter.com/9nwzsWSRo7
Consecuencias inmediatas
Pese a que Quim Torra aún podría recurrir al amparo del Tribunal Constitucional (TC) y solicitar la suspensión de la condena (difícil, pues no hay ningún precedente de suspensión de pena de inhabilitación), la resolución condenatoria puede desencadenar de inmediato varios efectos.
"La inhabilitación del President Torra es un hecho insólito y desencadenará todas las tensiones soterradas que vive la política catalana desde el abrupto fin de la vía unilateral a la independencia", opina el politólogo Víctor Prieto. Este investigador de la consultora Studi La Cimera asegura que el distanciamiento entre ERC y las diversas facciones de JxCat se habían podido conjugar "gracias a un cierto consenso de bloque ante la amenaza represivo-judicial del Estado y, claro está, por la necesidad de alcanzar mayorías de gobierno en Cataluña".
"Pero es evidente que tanto la voluntad de ERC de llegar a acuerdos con el Gobierno español (para pactar los presupuestos) como las luchas internas dentro de JxCat auguran una intensificación de esas tensiones, más si cabe ante la posibilidad de que se produzca un adelanto electoral", afirma Prieto.
"La inhabilitación de Torra es un factor acelerador aún más marcado hacia una confrontación en clave netamente electoral", conviene por su parte Toni Aira, quien no prevé que el fallo del TS provoque disturbios en las calles catalanas. "Las consecuencias para Torra son diferentes a las que generó el juicio del procés, con penas de prisión. Ahora los términos son otros y no se prenderá esa llama". De similar parecer es el politólogo Víctor Prieto, quien avisa de las dificultades de mantener una movilización contra la sentencia en tiempos de pandemia. "Creo que la reacción va a ser anecdótica en este sentido".
La justícia espanyola ha inhabilitat el MHP @QuimTorraiPla per exercir la seva #LlibertatExpressió i reclamar la llibertat dels presos polítics, exilitas i represaliats.
— Òmnium Cultural (@omnium) September 28, 2020
Però la repressió no ens atura. Omplim els balcons de tot el país de llibertat, vine a buscar el teu domàs! pic.twitter.com/p3vvpGkrEp
Un aglutinador de un espacio dividido
Las declaraciones de apoyo del portavoz en el Congreso de la formación soberanista y socio del gobierno catalán ERC, Gabriel Rufián ("se está atentando contra los derechos más elementales del presidente de la Generalitat"), no pueden sin embargo camuflar las tensas relaciones entre los dos grandes partidos soberanistas.
Antes lo hacían con tanques y ahora lo hacen con jueces.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) September 28, 2020
Tot el suport, President @QuimTorraiPla.
Rufián recibió también a Quim Torra en Madrid y exhortó a detener las riñas entre las filas independentistas y "reforzar las instituciones", declaración que cabe entender como un apoyo no partidista, pues se da la circunstancia de que tras la inhabilitación del presidente catalán, la presidencia de la Generalitat será asumida por el actual vicepresidente, Pere Aragonès, quien además podría perfilarse como candidato a la presidencia en las elecciones por ERC, aunque el número uno de la lista electoral de su partido lo encabece tal vez Marta Rovira, actualmente residente en Ginebra (Suiza).
La inhabilitación como impulso a una candidatura de consenso
En este contexto de tensión y relaciones políticas confusas, la articulación de una candidatura que recoja las distintas sensibilidades de los sectores de JxCat (formación heredera de la antigua Convergència i Unió) puede marcar el ritmo.
"Pero, paradójicamente, la inhabilitación de Torra podría impulsar una nueva candidatura de unidad frente a lo que considerarían un nuevo ataque de la justicia española", sostiene Víctor Prieto.
"La duda está en ver cuándo se producirá el inevitable adelanto electoral. En este sentido, la inhabilitación de Torra llega en un momento de debilidad interna de los sectores neoconvergentes, debilidad que desaconsejaría una convocatoria electoral".
"Pero, al mismo tiempo, la negociación de los presupuestos generales del Estado con ERC otorgaría a JxCat la posibilidad de intensificar la confrontación con el Gobierno español, en una campaña electoral en la que ERC sería presentada como colaboracionista con el Gobierno central", concluye este politólogo
Será independentismo desunido pero siguen siendo independentistas, no soluciona nada.
— Anna M. Bru 🎗 (@AnnaBru1) January 2, 2020