"Creo que más allá de las situaciones de adversidad, es hora de que el Congreso encare el tratamiento de la ley en el transcurso de este año y creo que el resultado será positivo", afirmó quien fuera candidata a senadora por el partido oficialista Frente de Todos.
El 1 de marzo pasado, en la apertura de sesiones ordinarias del parlamento argentino, el presidente Alberto Fernández anunció que enviaría un proyecto de ley para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo, que en este país contarían entre 371.000 y 522.000 al año, según datos de 2004 y 2005.
Hay otra estadística, y es la de personas ingresadas a centros de salud y/o muertes por complicaciones derivadas de un aborto, que hablan de 39.000 internaciones en 2016 y 35 decesos en 2018.
Pandemia y oposición
Muchas y muchos argentinos pensaron a principios de 2020 que el 28 de septiembre, Día de la Lucha por la Despenalización y Legalización del aborto en América Latina y el Caribe, la ley ya estaría en la calle.
Barrancos explicó que el trámite legislativo se demoró al desatarse la pandemia de COVID-19.
"Hubo una medida muy razonable por parte del presidente para inhibir la presentación de un proyecto que, ya se sabe, agita aguas; quiso preservar la idea de que no podía haber ninguna maniobra subalterna", opinó la investigadora.
El papel de la oposición podría ser otro de los obstáculos para una resolución favorable a la IVE.
De hecho, los detractores de la norma, agrupados como en otros países de la región en el bloque "pro vida", cargan con una victoria a cuestas.
"Hay cierta resistencia por parte de la oposición, una resistencia que no pondera bien las condiciones de su derrota electoral, y que está bastante crispada", dijo Barrancos, y respondió: "vamos a encarar este proceso con la intima convicción de que ha habido una modificación de la representación en el Congreso".
En los comicios parlamentarios de 2019, el bloque de Juntos por el Cambio, que agrupa a muchos opositores al aborto, perdió 12 legisladores en ambas cámaras.
Muertes
Además del panorama parlamentario y recientes encuestas favorables, hay un importante factor que, a la vista de la socióloga, altera —aunque de manera muy lamentable— las circunstancias políticas.
La investigadora celebra la actitud de prudencia que tuvo el Ejecutivo argentino al postergar la presentación del mentado proyecto.
Al mismo tiempo, afirma que "las circunstancias han cambiado bastante" y espera, junto con millones de mujeres, que se abra un programa de debates para que el 2020 sea aquello que proyectaron antes de la pandemia: el año del aborto legal, seguro y gratuito en Argentina.