"El secretario general está sumamente preocupado por la reanudación de las hostilidades a lo largo de la línea de contacto en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj. Él condena el uso de la fuerza y lamenta las bajas y la muerte de civiles", indica el documento.
Según el texto, Guterres insta a las partes a "que pongan fin de inmediato a las hostilidades, reduzcan las tensiones y vuelvan sin demora a las negociaciones constructivas".
Esta mañana las fuerzas armenias y azerbaiyanas se acusaron de lanzar una ofensiva a gran escala en la zona de Nagorno Karabaj.
Las autoridades de Nagorno Karabaj denunciaron ataques de la artillería azerbaiyana contra varias localidades, incluida la capital de la república rebelde, Stepanakert.
En la autoproclamada república de Nagorno Karabaj y en Armenia se impuso ley marcial y se declaró movilización general.
Por su parte, Azerbaiyán informó de ataques armenios contra sus instalaciones militares y civiles en la zona del conflicto, con un número aún indeterminado de muertos y heridos.
El conflicto de Nagorno Karabaj estalló en 1988, cuando este territorio de población mayoritariamente armenia decidió separarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades entre 1992 y 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
El grupo incluye además a Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, así como Armenia y Azerbaiyán, y la troika de la OSCE, los países que representan la presidencia de turno, la anterior y la siguiente.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.