La brisa del Mediterráneo mecía Valencia el 30 de agosto. El suave soplido que suele correr a la vera del mar. Mismo que movía las coloridas banderas de plegarias budistas que adornaban el puerto de la capital de Turia. Un espectáculo cromático que preveía una celebración. En esta ocasión, una recepción. El anuncio de la llegada de un viajero desde el océano.
Valencia es su primera parada, pero no la última. Todavía tiene que hacer unos cuantos kilómetros más, esta vez tierra adentro. La ciudad de Cáceres será el destino final. Allí, descansará este viajero de dos metros de altura y dos toneladas de peso. Su piel es como la nieve, ya que está hecha de jade blanco birmano. Una estatua que simboliza el hermanamiento de la población extremeña y la localidad nepalí de Lumbini, donde, según la tradición, nació Buda. También, la certificación de que Cáceres acogerá la construcción de un inmenso centro budista.
"Es la réplica de la gigante que se va a construir. Que haya llegado significa que el proyecto va para adelante", destaca José Manuel Vilanova, presidente Lumbini Garden Foundation, a Sputnik Mundo.
Antes de volver a desplazarse, el Buddha Mahar Karuna encabezó distintos actos en Valencia. En su primer alojamiento, el Edificio del Reloj, la figura recibió la visita de 4.000 personas, según Vilanova, a pesar de los problemas generados por la pandemia. "No es algo que suceda siempre, no es algo habitual, por eso la gente tenía ganas de verla. Además, nosotros tenemos todas las medidas de seguridad necesarias, desde el respeto de la distancia hasta el uso de geles", remarca.
Su segunda residencia en la ciudad mediterránea fue en el centro budista Dudjom, situado en el corazón de la urbe. Allí, el Buda de jade blanco, donado por la fundación, presidió jornadas de yoga y momentos de meditación. Del sosiego del jardín del templo valenciano, la figura pasó al interior del camión en el que viajará a Cáceres, donde se alojará en el Palacio de la Isla. El 19 de septiembre se despide de Valencia.
En Valencia el “#Buddha #Karuna”, hasta el 17 sept. Templo #Dudjom, Islas Canarias 88. No te lo pierdas. Disfruta de su #Karma. Lumbini Garden Foundation. @VLafora pic.twitter.com/20LsuisFdA
— Siddhartha Gautama (@JoseMan65529150) September 11, 2020
El referente del budismo en Occidente
El Buda blanco es parte fundamental del proyecto de la Lumbini Garden Foundation. Servirá de modelo para el Gran Buda que se construirá en el centro. Una figura que alcanzará los 40 metros, una de las mayores del mundo. "La efigie planeada será la estatua de Buda sentado más grande Occidente y la segunda del mundo", reconoce Vilanova.
Esta será eje central del que está previsto que sea el mayor templo budista de Europa y por ende de España. Este ocupará un espacio de 110 hectáreas en una finca municipal del Ayuntamiento de Cáceres en el cerro Arropez. El lugar contará con universidad, monasterio, un centro de meditación, anfiteatro y casas representativas de cada país asiático budista. Además, albergará distintas reliquias de la vida de Buda, procedentes de las ciudades sagradas de Asia.
"El budismo es en Oriente, lo que el cristianismo en Occidente. En Asia hay templos y grandes monasterios de referencia, como nosotros tenemos el Vaticano. Son grandes referentes arquitectónicos y aquí en Europa no hay ningún gran ejemplo arquitectónico del budismo. Este templo lo será", asegura Vilanova.
Más allá de convertirse en el primer centro de referencia para los budistas en Occidente, para el presidente de la Lumbini Garden Foundation, esta edificación "servirá para aproximar la cultura asiática de la paz a Occidente". Una manera de impulsar el budismo, que cada vez goza de más adeptos. "El budismo cada vez crece más en Occidente, sobre todo entre la población joven, porque ve una filosofía, no una religión, unos preceptos que encajan con su forma de pensar", indica Vilanova.
Desde el Ayuntamiento de Cáceres, cuyos representantes visitaron la efigie de Buda en Valencia, el proyecto se ve con buenos ojos. El alcalde de la ciudad, Luis Salaya, considera que este centro se convertirá en "un símbolo de paz y colaboración". Además, recuerda que será la cuarta gran religión que hace parada en la ciudad. A su herencia cristiana, musulmana y judía, tendrá que añadir el budismo.
No obstante, todavía faltan muchos años para que el templo vea la luz. La idea es que no se empiece a construir hasta dentro de un año y medio o dos, plazo que dan para superar los tramites burocráticos. A partir de ahí, las obras podrían alargarse entre cinco y siete años. En cuanto a los costes, se necesitarían unos 72 millones de euros para levantarlo. Cifra que obtendrán mediante las aportaciones de varios filántropos o ayudas gubernamentales y de entidades asiáticas.
Pero, de momento, el vacío reina en la finca en la que se levantará esta ciudad sagrada. El silencio la acompaña, aunque este deberá quedarse cuando el templo esté edificado y su gran estatua aposentada. Su hermana pequeña ya está en camino. Es el primer paso. "La historia ya ha empezado", sentencia Vilanova.