En hebreo Rosh Hashaná significa "cabeza del año" y hace referencia a la creación del primer ser humano en la Tierra, hecho que para la comunidad judía ocurrió hace 5.781 años. Este año comienza con la salida de la primera estrella el viernes 18 de septiembre y finaliza el domingo 20 de septiembre al caer el Sol.
"Es una fecha muy especial, una época de balances internos, de meditar, planificar y focalizarse en los desafíos, tanto individuales y familiares como en aquellos que tenemos como pueblo, como nación y humanidad", explicó a Sputnik Ariel Eichbaum, presidente de AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina).
Para la tradición judía ortodoxa este es el día en el que el hombre es juzgado "acerca de dónde está parado frente a su misión". Y para toda la comunidad tiene dos aristas: una de recogimiento y reflexión, que incluye la tradición de pedir disculpas, y otra más festiva, que simboliza la seguridad de actuar bien el próximo año.
"Hay reuniones de familia, se reza en el templo y se acostumbra a tocar el shofar, un cuerno que emite un sonido que se asemeja a una trompeta. Es un llamado a la reflexión, a mejorar nuestras cualidades. También hay comida festiva, es muy común comer cosas dulces para augurar un año que tenga dulzura", apuntó Eichbaum.
El saludo típico en este día es Shaná Tová Umetuká, que significa "que tengas un año bueno y dulce". De ahí la importancia de comer alimentos como manzana con miel, dátiles y frutos secos. Se tratan de evitar las comidas picantes, que representan lo contrario a la dulzura. También se acostumbra a comer un pan circular trenzado, que simboliza la circularidad de un año que comienza y termina.
Otra de las tradiciones del Rosh Hashaná es el Tashlij, que se realiza durante la tarde e implica acercarse a una fuente de agua natural para deshacerse de los pecados y las malas actitudes del año anterior, antes de comenzar una nueva etapa.
La esperanza del Año Nuevo en la pandemia
La llegada del 5781 se da en un contexto particular: el mundo entero está sumido en una pandemia de la que todavía no se vislumbra el final y muchos países están bajo estrictas medidas de confinamiento. Esto significa que muchas familias no podrán reunirse y menos aún lo hará la comunidad.
Pero Rosh Hashaná trae también esperanzas. En los rezos de todos los años siempre se le pide al Creador que no envíe ninguna peste ni epidemia, y esta vez la plegaria estará cargada de significado.
"Cuando uno leía esta frase, la pensaba en blanco y negro, como una película antigua. Pero hoy este rezo cobró tanta vigencia, tanta realidad, que va a ser realizado en cada lugar en el que la gente se junte. Será un clamor poder dejar atrás esta situación tan dolorosa en el mundo, que termine esta pandemia y augurar lo mejor para el año próximo", concluyó.