El propio Bolsonaro reconoció el problema al aterrizar: "Hoy cuando el avión fue a aterrizar, arremetió [la maniobra que hace que arranque con fuerza]; es la segunda vez en mi vida que pasa eso, una vez fue en Río de Janeiro, y obviamente algo anormal está pasando, en este caso es que la visibilidad no era muy buena".
Según la empresa administradora del aeropuerto de Sinop, había humo en el momento del aterrizaje y el piloto no tenía el 100% de visibilidad de la pista.
Este tipo de maniobra se produce cuando el piloto decide subir de nuevo con el avión mientras estaba realizando la operación de aterrizaje en dirección al suelo.
A pesar de los incendios que arrasan el Pantanal desde mediados de agosto, Bolsonaro decidió visitar la región para entregar títulos rurales y participar en una ceremonia de lanzamiento de la cosecha de la soja.
En su discurso a representantes del agronegocio, Bolsonaro dijo que hay "algunos incendios por Brasil" y que eso ocurre todos los años, y cargó contra los países extranjeros que critican la política medioambiental de Brasil.
"Otros países que nos critican no tienen problemas de incendios porque ya lo quemaron todo en sus países", aseguró.
Los incendios del Pantanal son los más graves en la última década; según datos oficiales ya se habría perdido el 15% de su superficie; en la primera quincena de septiembre se detectaron 5.603 focos, el peor dato desde 2007.