"Rusia no entregará a los controladores aéreos del caso Kaczynski a Polonia, lo prohíbe la Constitución rusa", dijo a Sputnik el senador Andréi Klímov, vicepresidente del comité de asuntos internacionales del Consejo de la Federación (Cámara Alta).
Klímov sugirió a Varsovia "archivar el caso".
Por su parte, el senador Alexéi Kondrátiev recordó que "todas las conclusiones de expertos en el marco de una investigación internacional con la participación de profesionales de la aeronáutica apuntan a la responsabilidad de los pilotos del jet presidencial". "No han sido recurridas en los tribunales ni tienen efecto retroactivo", añadió.
Reacción del Kremlin
Por su parte, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, señaló que el Kremlin también ve con malos ojos que Polonia haya solicitado el arresto de los controladores aéreos implicados en el accidente aéreo.
"No sé si ha habido algunos contactos o acciones legales de conformidad con la práctica internacional, ni si nuestra Fiscalía General u órganos de investigación han recibido peticiones por parte de Varsovia, lo desconocemos aún", dijo Peskov a periodistas.
A la pregunta de cómo evalúa el Kremlin la decisión polaca, el portavoz respondió: "Negativamente".
La portavoz el Ministerio de Exteriores, María Zajárova, llamó a cesar el acoso de los controladores aéreos rusos.
"Años después, Varsovia, ignorando los hechos, llevando la situación hasta el absurdo, aparentemente trata de ganar puntos políticos por la tragedia y culpar a Rusia de lo sucedido (...) Instamos a nuestros socios a cesar este teatro, a dejar de perseguir a los controladores aéreos rusos", señaló.
Asimismo recordó que todos los intentos de Varsovia de lograr que estas personas sean extraditadas serán en vano, ya que por ley Rusia no puede extraditar a sus nacionales.
El avión del entonces presidente polaco Lech Kaczynski se estrelló el 10 de abril de 2010 cerca de la ciudad rusa de Smolensk, al realizar una maniobra de aterrizaje en medio de una fuerte niebla. En el accidente no sobrevivió ninguno de los ocho tripulantes ni los 88 pasajeros, miembros de una delegación gubernamental que viajaba a Rusia.
La primera comisión polaca de investigación del siniestro, presidida por el exministro del Interior Jerzy Miller, atribuyó el accidente a un descenso brusco en medio de una fuerte niebla sobre el aeródromo.
Las actuales autoridades de Polonia dijeron no estar de acuerdo con el informe del MAK y con las conclusiones de la comisión encabezada por Miller, y tomaron la decisión de formar una nueva comisión para volver a investigar lo ocurrido.
La portavoz de la Cancillería, María Zajárova, rechazó esta hipótesis, al calificarla de "inventivas infinitas".
A mediados de este septiembre, la Fiscalía General de Polonia solicitó el arresto de los controladores aéreos que estaban de guardia en el aeródromo Smolensk-Severni el día del siniestro. La portavoz del ente, Ewa Bialik, dijo que sería un paso hacia la emisión de una orden de captura internacional y la posterior solicitud de extradición a Polonia.