Así, el SARS CoV-2 ya causó más daño que la influenza, que ocasiona entre 290.00 y 650.000 muertes al año a nivel global, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y que tiene un promedio de muertes anual en torno a los 375.000.
Los 314.837 decesos en la América hispana se han dado por múltiples factores clínicos, pero también estructurales.
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, por ejemplo, publicó una carta abierta en la que advierte sobre el agotamiento de los recursos.
"El personal sanitario está colapsado, los intensivistas están colapsados y el sistema de salud está al borde del colapso. Sentimos que estamos perdiendo la batalla", dice el escrito.
Lo mismo ocurre en otros países donde el porcentaje de ocupación de camas de cuidados intresivos es otra estadística de las que se informan en los reportes diarios.
El daño es histórico en Ecuador, que entre marzo y septiembre registró más de 33.000 defunciones en exceso en comparación con el mismo período del año anterior.
Entre Brasil, México, Colombia, Argentina y Perú se contabilizan 12.577 de las 37.255 muertes informadas en el mundo en los últimos siete días. El 33,7%, cuando hace un mes era del 28,4.