El Parlamento Europeo publicó este 17 de septiembre una resolución en la que no reconoce los resultados de las presidenciales bielorrusas del 9 de agosto, apoya sanciones en contra del mandatario actual, Alexandr Lukashenko, y exige una repetición de los comicios con la participación de observadores internacionales.
"El documento tiene un carácter claramente agresivo y no contiene ni una sola tesis constructiva o ponderada", dijo el Ministerio de Exteriores bielorruso, agregando que "el análisis simplemente fue reemplazado por un conjunto de frases emocionales".
Destacó también que a los parlamentarios europeos les falta "un conocimiento mínimo del derecho internacional y el respeto a la soberanía de otros países", calidades que, en opinión del Ministerio, "contribuyen mucho mejor a un auténtico avance en las relaciones entre los Estados que el deseo mostrado de imponer su opinión en forma de ultimátum".
La Cancillería subrayó que el daño que provocan los llamados a las sanciones es obvio no solo para Bielorrusia sino para Europa pero constató que los mismos parlamentarios europeos que abogan por imponerlas no se verán afectados por su impacto.
En este contexto, el ente recomendó a la Eurocámara "pensar en el apoyo real de la soberanía, la independencia y la estabilidad de su vecino y contribuir así al desarrollo estable y sostenible de su propio continente europeo" en lugar de aprobar resoluciones como la actual.
"Estamos decepcionados por cómo el Parlamento Europeo, posicionándose como una estructura seria, objetiva y democrática, no ha podido encontrar la voluntad política para (...) superar la parcialidad y apartarse de los clichés convencionales", declaró.
Bielorrusia es escenario de protestas por los resultados de las elecciones presidenciales del 9 de agosto.
Según el escrutinio oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya con el 10,12%. Los otros tres candidatos reunieron juntos poco más del 4%.
La oposición bielorrusa exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.
El mandatario bielorruso afirmó que la situación en Bielorrusia se debe a una "injerencia externa", y acusó a Polonia, Chequia, Lituania y Ucrania de estar detrás de las protestas.
